Enfrenta tu miedo.
Saber más acerca de lo que te causa temor podría muy bien ayudarte a superar tu miedo al hacer que las agujas y las inyecciones se vean normales.[2] Investiga un poco acerca de las inyecciones: su historia, su propósito e incluso sus peligros.
• Busca imágenes de agujas e inyecciones en línea para desensibilizarte. Lleva esto al siguiente nivel en el que podrías considerar tocar jeringas de verdad (limpias y sin usar) durante unos minutos todos los días .
• Podría ser difícil empezar con esto, pero te ayudará a vencer tu miedo. Mientras más expuesto estés a las agujas, se verán más normales.
Ten en cuenta la causa de tu temor.
Algunas personas desarrollan un miedo a las inyecciones porque las asocian con otro acontecimiento traumatizante. Por lo general, aquellas personas que tienen fobia a las agujas son aquellas que de niños tuvieron muchos análisis de sangre o intervenciones con agujas. Recuerda tu niñez y conversa con tus padres al respecto. Conocer las causas principales de tu miedo puede ayudarte a enfrentarlo.
Racionaliza tu miedo.
En vez de pensar demasiado en tu miedo a las inyecciones, concéntrate en la manera en que la inyección va a ayudarte. Hazte recordar constantemente que vas protegerte de algo mucho peor que una simple inyección. Si vas a donar sangre, piensa en todas las personas que vas a ayudar al superar tu miedo.
• Haz una lista de tus miedos y preocupaciones (“¡Las inyecciones duelen!”) y después rebate esos miedos con ideas positivas y razonables (“¡Las inyecciones me mantienen sano!”)
• Si tienes un hijo que le tiene miedo a las agujas, sé honesto con él acerca de la importancia de la inyección. Asimismo, no vayas con demasiado cuidado cuando le hables acerca del dolor causado por una aguja. Debes ser honesto también en esto.
Usa la tensión aplicada.
Una de las maneras más eficaces de combatir el miedo (y de disminuir la presión arterial que puede hacer que te desmayes) es usar la tensión aplicada. Si empiezas a sentirte mareado o anteriormente te has desmayado cuando veías agujas, usa la tensión aplicada (que ayuda a regular la presión arterial), ya que puede evitar que te desmayes de nuevo. Tendrás que aprender a hacer esto antes de que te coloquen una inyección.[10] Si empiezas a sentir miedo, la tensión aplicada puede ayudar a calmarte antes de que te coloquen la inyección. Para usar la tensión aplicada, sigue estos pasos:
• Siéntate con comodidad.
• Tensa los músculos de tus brazos, piernas y parte superior del cuerpo, y mantén esa tensión de 10 a 15 segundos o hasta que tu rostro empiece a sonrojarse.
• Relaja tus músculos.
• Después de 30 segundos, vuelve a poner tus músculos tensos.
• Repite este proceso hasta que lo hayas realizado cinco veces.