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No todo se soluciona con un exorcismo: Demonólogo

El sacerdote español José Antonio Fortea participó en el magno exorcismo realizado en la catedral potosina.

Alcalá de Henares, España.- Un obispo me pidió que hiciéramos en la catedral junto a otros exorcistas, un exorcismo sobre toda la diócesis, y a puerta cerrada se hizo un exorcismo para alejar a todos los demonios de ese lugar, relató José Antonio Fortea Cucurull, el demonólogo español que a petición del obispo Jesús Carlos Cabrero Romero, participó en el magno exorcismo realizado en la catedral potosina el 20 de mayo pasado.
 
Entrevistado por Alejandro Serrano Zaera para el portal Religión Digital (www.periodistadigital.com) el padre Fortea contó su experiencia en México y otras partes del mundo, aunque su principal campo de actividades, dijo, sigue siento su natal España.
 
¿Tienes miedo a algo?, y si es así ¿qué es lo que realmente te da miedo? preguntó el periodista español al sacerdote.
 
La respuesta del padre Fortea es firme: "Desde luego al demonio no, ya que el demonio es una criatura y Dios es un ser infinito, en ese sentido si tenemos fe perfecta en Dios, ni siquiera voy a decir perfecta, si tenemos fe plena en Dios, si creemos con todo nuestro corazón, eso significa que el demonio siempre va a estar sometido a lo que Dios determine, con lo cual al demonio no.
 
El único miedo que tengo y que se nombra en las sagradas escrituras, es el santo temor de Dios, es decir, el temor de que no somos dignos de presentarnos ante dios, el temor de reconocer que nuestra nada, nuestro temor y nuestro pecado nos hacen indignos de presentarnos ante ese ser infinito. Ese santo temor de dios es bueno, este nos lleva a cambiar, ese nos lleva a pedir perdón, a reconocer que ante dios no somos nada, ese temor es bueno y sus frutos son buenos."
 
Fortea Cucurull nació en Barbastro, España, en 1968. Es sacerdote y teólogo especializado en el campo relativo al demonio, el exorcismo, la posesión y el infierno. En 1991 finalizó sus estudios de Teología para el sacerdocio en la Universidad de Navarra. En 1998 se licenció en la especialidad de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología de Comillas. Ese año defendió la tesis de licenciatura El exorcismo en la época actual.
 
En 2015 se doctoró en el Ateneo Regina Apostolorum de Roma con la tesis Problemas teológicos de la práctica del exorcismo. Pertenece al presbiterio de la diócesis de Alcalá de Henares (España).
 
El pasado 20 de mayo estuvo en la capital potosina en donde participó en el magno exorcismo que encabezó el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, y que se llevó a cabo en absoluta secrecía hasta que el propio Sandoval Íñiguez lo hizo público.
 
Cuestionado sobre los lugares en los que, actualmente, sería necesario realizar un exorcismo, o qué lugares son más propicios para la presencia del maligno, José Antonio Fortea explicó que la teología católica no cree en las líneas mágicas o lugares propicios para la atracción de poderes infernales.
 
"En la iglesia católica lo único que existe es que algunas personas manifiestan que en ellas sí que hay una influencia que no es normal, que es extraordinaria, que proviene del maligno. Que va mas allá de la mera tentación, para eso está el exorcismo".
 
El padre Fortea respondió, sobre qué hace cuando tiene dificultades para resolver un exorcismo, que "Lo único que se puede hacer es perseverar, días, semanas y meses durante el tiempo que sea necesario; no hay otra posibilidad. Se puede insistir más en el ayuno y en la oración, pero al final todo se reduce a seguir orando a Dios. No hay técnicas o métodos que se puedan aplicar."
 
Respecto a si podrían existir ahora mismo entes malignos en los territorios que ocupan Siria, Irak y Afganistán donde el estado islámico se ha hecho fuerte, Fortea Cucurull dijo que "Los demonios siempre están tentando, allí donde hay seres humanos hay demonios tentando. Ahora bien, hay cosas cuya solución no es el exorcismo, hay cosas cuya solución es dar pan y alimento al que está hambriento y hay cosas que se solucionan con bombas y ejércitos desgraciadamente. La invasión de Hitler no se solucionaba con un exorcismo, frente a esa expansión de un ejército, había que poner otro ejercito, es decir, no todo se soluciona con un exorcismo."
 
Respecto a si el Demonio tiene más poder sobre algún lugar específico de la tierra, el sacerdote español consideró que "En la medida en que en un lugar de la tierra sus moradores sean más pecadores, estén sometidos a los vicios, se dejen llevar más por el mal, en esa misma medida los demonios que estén allí tendrán más éxito a la hora de tentar".
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