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Pide UASLP conservación del Casino Stic

Su valor arquitectónico y aportación local ameritan su conservación o su reutilización, pero no la demolición, expresan.

San Luis Potosí, SLP.- Ante el anuncio del derribo del inmueble que albergaba el Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica (Stic), la comunidad académica de la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí expresa su indignación ante este suceso y explican como en el periodo moderno cada día es más frecuente la destrucción de edificios con valor histórico-arquitectónico y que continúan en uso, construidos en la ciudad de San Luis Potosí.

Exponen que, como en México no existe una entidad que se encargue de proteger la obra arquitectónica patrimonial que sea de una edad menor a cien años, como sí tienen protección las obras históricas de mayor edad protegidas por el INAH, toda la obra arquitectónica del siglo XX, de buena o mala calidad, está a la disposición de las reglas del mercado y de la oferta y demanda de espacios y servicios, con algunas contadas excepciones a nivel nacional.

Al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), compete el cuidado y protección de las obras de este periodo, con sus correspondientes dependencias en todos los estados del país. En San Luis no existe un responsable de ésta institución, ni se han organizado para realizar y aprobar los documentos que protejan la buena arquitectura del siglo XX.

Ante esta carencia, todos los días del año las ciudades de México pierden algo de su patrimonio y sustituyen unas obras por otras, sin ser las nuevas mejores que las previas, arquitectónica, artística, cultural, histórica o socialmente. Más bien tienen condiciones que responden estrictamente a la necesidad inmediata de la sociedad y del propietario en lo económico, por no decir que a las cuestionables tendencias y modas que llevan a realizar obras con caducidad limitada, en el lugar de las obras de alta calidad que estaban ahí.

"Este sentido de sustitución de las obras materiales y la consecuente degradación de las condiciones de la ciudad, deja ver que nos incorporamos del modo más fácil a un espíritu de la época que no se preocupa por otro valor que no sea el del dinero, y que la única preocupación hoy en día es lo inmediato, ni el pasado, ni el futuro de nuestro patrimonio importan".

En San Luis Potosí como en muchas ciudades esto sucede cada vez más, casas grandes e importantes se demuelen para hacer aparecer ahí mismo conjuntos de departamentos o de locales comerciales, restaurantes o cualquier otro tipo de local rentable o vendible. Las obras se pierden y no quedan vestigios que testimonien el pasado y aseguren la memoria de los potosinos.

Este emblemático edificio del Stic aparte de haber sido sede del sindicato de la industria del cine y ser un magnífico ejemplo de la arquitectura moderna potosina, guarda la memoria de la sociedad potosina; aparte de su función administrativa y sindical, en sus espacios se llevaron a cabo, bailes inmemorables, lucha libre, bodas, quince años y eventos sociales que forman parte de la vida y memoria colectiva local.

Su edificio construido entre 1950 y 1955, obra del ingeniero José Flavio Madrigal es una obra en la que se muestra el trabajo de la estructura del concreto armado, aporte de este ingeniero a la ciudad, quien innovó con este tipo de construcciones así como en las estructuras laminares como las del Templo de Morales y del Hogar del Niño. Su valor arquitectónico y aportación local ameritan su conservación y en el mejor de sus casos su reutilización, pero no la demolición. Son recursos edificados que pueden ser susceptibles de aprovecharse.

Los representantes de la universidad expresaron que como profesionistas de la arquitectura, "recomendamos que se haga un análisis exhaustivo para su  reutilización. Con creatividad y visión puede adaptarse a nuevos usos la arquitectura como esta, que son verdaderos ejemplos de lo que en San Luis se ha diseñado y construido bien".

En otro momento ya se había hecho notar el derribo de la casa del propio ingeniero Flavio Madrigal de la calle Valentín Gama, que dejó su lugar a un cajón metálico sin ningún valor arquitectónico, propiedad ahora de una empresa vendedora de autos. Así otras obras de mucho valor han dejado su lugar a negocios como restaurantes, sucursales bancarias, establecimientos para lavado de autos, conjuntos de locales comerciales, edificios de oficinas, todo esto sólo en la calle principal de nuestra ciudad, donde pareciera que no importan los usos y destinos del suelo y menos aún la imagen histórica, prácticamente desaparecida ya, de la ciudad de todos.

Recordaron lo que sucedió con la antigua terminal de autobuses de la ciudad y muchas otras obras de valor en otros puntos de la ciudad, incluidas algunas que aun siendo protegidas por el INAH por su edad, han sido demolidas o alteradas, cuando en todo caso es posible y viable la reutilización para los nuevos destinos, de lo cual también hay excelentes ejemplos en nuestro país.
La comunidad de la Facultad del Hábitat de la UASLP lanzan la pregunta "¿Qué podemos esperar de aquello que sustituya al Casino STIC?", a lo que ellos respondieron: "Cualquier edificación, excepto que tenga el valor artístico, cultural, histórico y social que todavía hoy tiene este edificio".

La petición de reconsiderar la acción de derrumbar este edificio emblemático de San Luis Potosí, está firmada por Anuar Kasis Ariceaga, Director de la Facultad del Hábitat de la UASLP; Jesús Villar Rubio, catedrático Universitario; y Alejandro Galván Arellano, Catedrático Universitario.

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