El Universal | 23/06/2008 |
Desde entonces han salido a la luz decenas de bustos en
madera creados por olmecas. Son piezas únicas, inconfundibles y muy valiosas.
En México, hasta ahora, se conocen 20 en total, registradas en el Proyecto
Manatí (10 fueron encontrados por los arqueólogos y 10 entregados a ellos por
la comunidad).
Sin embargo, en Europa hay por lo menos tres más, saqueadas
de los pantanos veracruzanos antes de que el rescate comenzara. Incluso para el
grupo de arqueólogos que han investigado en el sitio, la existencia de esos
bustos era desconocida.
Dos bustos robados estarían todavía en manos del traficante
costarricense Leonardo Patterson y uno más se encuentra bajo custodia de la
policía alemana.
Según fuentes especializadas, las piezas mejor conservadas
podrían cotizarse en el mercado internacional de antigüedades en, por lo menos,
200 mil dólares (poco más de 2 millones de pesos).
Patterson dejó constancia de la posesión de las tres piezas
cuando las fotografió en el catálogo Prehispanic America-Time and Culture que
editó en Nueva York para la exposición que montó en España en 1996, con apoyo
del gobierno de Galicia y la Universidad de Santiago de Compostela.
Al finalizar la muestra, el traficante embaló las piezas de
madera con el resto de la colección y las guardó en un almacén gallego. Sin
embargo, de acuerdo con fuentes consultadas en Europa por EL UNIVERSAL,
Patterson no se desentendió del lote en los años siguientes, sino que fue
sacando objetos para trasladarlos a una bodega en Múnich o para venderlos.
Los dos bustos mejor conservados corrieron esta suerte y
hoy estarían aún en ese lugar.
La tercer pieza, la más erosionada, forma parte del lote de
más de mil 100 objetos prehispánicos que el traficante sacó en marzo pasado de
España, violando la incautación judicial y sin autorización del Ministerio de
Cultura de ese país para exportar las antigüedades con destino a Múnich.
En Alemania la policía local confiscó las piezas, en
coordinación con la Interpol, a petición de los gobiernos de Costa Rica y
Guatemala y hoy las mantiene en un lugar no revelado.
EL UNIVERSAL tuvo acceso a las imágenes del lote incautado
en Europa que la Interpol ha enviado a los países latinoamericanos afectados
(entre ellos México, que reclama 716 piezas, de acuerdo con información del
INAH).
En una fotografía tomada por Interpol se aprecia claramente
uno de los bustos de madera saqueado del Cerro Manatí.
Además de su documentada carrera como traficante
internacional de antigüedades, Leonard Patterson también es conocido por sus
negocios con falsificaciones, como documentó este diario hace algunas semanas
en el caso de una supuesta cabeza colosal olmeca, valuada en 20 millones de dólares
y vendida en Alemania. Los bustos en su poder ¿serán genuinos o falsos?
“Los bustos de madera sí parecen ser genuinos”, dictaminó
el doctor Michael Coe, olmequista y mayista de renombre mundial a quien EL
UNIVERSAL consultó en la Universidad de Yale.
Por supuesto, un dictamen visual no basta para confirmar la
autenticidad de piezas que además tendrían que someterse a análisis de
laboratorio. Pero el doctor Coe además da referencias que refuerzan la
presunción de que los objetos serían originales. Él recuerda que “bustos de
madera y maravillosas hachas de jade aparecieron en el mercado de antigüedades”
antes de que el saqueo fuera detenido por los arqueólogos Ponciano Ortiz y
María del Carmen Rodríguez, a cargo del Proyecto Manatí desde 1988.
Las hachas de jade, los bustos de madera, restos de pelotas
de hule, bloques de arcilla y huesos de infantes, entre otros objetos, forman
parte de las ofrendas funerarias desenterradas al pie del Cerro Manatí, por el
equipo a cargo de Ortiz y Rodríguez.