Eduardo José Alvarado Isunza.
ealvaradois@yahoo.com | 08/06/2008 |
El pasado 9 de mayo, autoridades de la Secretaría del Trabajo
y los propietarios del “Grupo Modelo” prosiguieron con sus acciones
gangsteriles en contra de los trabajadores de la Industria Vidriera del Potosí,
una de las empresas de esa corporación.
Ese día, empleados de la Junta Federal de Conciliación
y Arbitraje organizaron una farsa de recuento entre los obreros sindicalizados,
para intentar legitimar la imposición de un sindicato de protección patronal,
controlado por Salim Kalkach, de la CROC.
Con la fábrica ocupada por policías que portaban armas
de grueso calibre, ante la presencia de golpeadores de la CROC y bajo presión
de directivos del Grupo Modelo, los obreros fueron obligados a votar a favor de
un sindicato pro patronal.
Mediante chantajes antes de la votación, funcionarios
del “Grupo Modelo” obligaron a los trabajadores a pronunciarse en contra del
“Sindicato Único de Trabajadores de la Empresa Industria Vidriera del Potosí”,
titular del contrato colectivo que trata de ser destruido.
A pesar de las amenazas de perder su trabajo si
votaban a favor de su sindicato y no por el de la CROC, la mayoría rechazó la
imposición. Aún así, los patrones (entre quienes figura la mujer más rica de
Latinoamérica y esposa del embajador de EEUU en México) tenían todo preparado para
concretar el golpe.
Así, fue violado el derecho de los obreros al voto
secreto y su libertad de sindicación, como lo establecen la Constitución
Política Mexicana y la Ley Federal del Trabajo, a través de un golpe de poder,
lanzado por los propietarios del “Grupo Modelo” en contra de un sindicato
democrático.
Ya dijimos que fueron cómplices de esta acción contra
el “Estado de Derecho” y contra las libertades consagradas por la Constitución,
autoridades de la Secretaría del Trabajo y el propio gobernador Marcelo de los
Santos. Demostraron que el “Estado de Derecho” sólo es un discurso.
Este incidente llevó al SUTEIVP a realizar nuevas
movilizaciones, luego de que un número considerable de trabajadores comenzaran
a ser despedidos en la víspera del recuento por su adhesión a su agrupamiento
obrero.
Hay que
decir que la Industria Vidriera del Potosí se fundó en la ciudad de San Luis
Potosí hace diez años. Hasta la segunda semana de enero de este año tenía 830
trabajadores sindicalizados.
Con 4
hornos que operaban 24 horas del día, durante 365 días del año, antes de lanzar
su embestida contra los obreros, ahí se producía el envase del 40% de las
exportaciones de la cerveza “Corona” y “Corona Light” a Estados Unidos y Canadá.
Su
producción era de 5 millones de botellas al año para envasar unos 6 millones de
hectolitros de cerveza. Pero, la empresa comenzó a despedir trabajadores por
los beneficios que adquirieron con sindicato honrado, justificándose con el
cierre de un horno.
Eso sólo
hubiese sido posible si en 2008 disminuyeran en 10% las exportaciones totales
del “Grupo Modelo”. Esto significará detener la venta de su cerveza en Europa,
Asia y Oceanía juntos. Es decir, el cierre del horno 3 sólo tenía un propósito
mezquino.
En
contradicción con el cierre de dicho horno está el hecho de que “Grupo Modelo”
sigue expandiendo sus mercados y aumentará sus ventas. Para incrementar 16% su
producción de cerveza, construye una nueva planta en Piedras Negras, Coah.
Ahí se
obtendrán 10 millones de hectolitros de cerveza al año. “Grupo Modelo”
requerirá de otros siete hornos para producir botella. Es decir, son canallas
esas versionas que justifican los despidos y las disminuciones en salario y
prestaciones de los obreros.
Esto
muestra que el golpe dirigido por “Grupo Modelo” y por el gobierno en contra
del sindicato democrático de la IVP es un golpe gangsteril que sólo trata de
hacer ver a la clase obrera que no se permitirán movimientos democratizadores
en las fábricas.
La
miseria es la ventaja más competitiva de San Luis Potosí. Cuando 830 trabajadores de IVP obtuvieron un aumento
del 19% gracias a la democratización de su sindicato, se prendieron focos rojos
en su gobierno.
Estas
conquistas obreras amenazaron con convertirse en lecciones políticas para otros
90 mil trabajadores de la zona industrial de San Luis Potosí, que constituyen
una clase más bien nueva, pues comenzó a adquirir este carácter hasta la década
de los 80s.
Si bien
es cierto que los orígenes de la clase obrera en esta región datan de
principios del siglo XX, su crecimiento y conformación sucedieron más
significativamente a partir del ingreso de México al Tratado de Libre Comercio
con América del Norte.
Este
hecho ocasionó que numerosas compañías estadounidenses, principalmente
maquiladoras, comenzaran a establecerse en distintas ciudades del norte de
México, al encontrar precisamente mano de obra barata y prácticamente
esclavizada.
De esa
forma, el número de habitantes de la ciudad de San Luis Potosí creció en un 22%
en la década de 1995 al 2005, mientras en el país lo hizo en un 13%. Por lo
mismo, el crecimiento de la clase obrera y sus demandan aparecen dentro del escenario
político.
Como
resultado del establecimiento de un sindicato democrático, que comenzaba a
obtener importantes conquistas salariales y sociales para sus agremiados, como
es el de IVP, el gobierno y los patrones decidieron embestirlo y liquidarlo.
Fieles a
su instinto de clase y a sus mezquinos intereses, saben que el surgimiento de
este sindicato independiente es una lección política para toda la clase obrera
potosina y, por consiguiente, un fenómeno que puede reproducirse en otras
fábricas.
De ahí su
decisión de pulverizar esta vanguardia del movimiento obrero, a través del
despido injustificado de 250 vidrieros, incluyendo a los dirigentes sindicales.
Calculan que así acabará esta “aventura” de los obreros y que ellos volverán a
ser mansos corderos.
Sin
embargo, lejos de renunciar a su lucha y a sus derechos, estos despedidos del
“Grupo Modelo” han organizado una fiera resistencia. No aceptaron sus
liquidaciones, a pesar de enfrentar la escasez de bienes en sus familias, y
pelear por su legítima reinstalación.
Así, se
han convertido en un digno ejemplo para sus compañeros que permanecieron en sus
puestos de trabajo y éstos han pasado ahora a la vanguardia de la lucha que se
desarrolla dentro de la empresa.
Muestra
de ello fue el hecho sucedido el pasado 15 de abril, cuando, al realizarse en
una marcha desde la fábrica hasta la Plaza de Armas, decenas de vidrieros
activos salieron de la planta con camisas rojas, distintivo de las
movilizaciones del sindicato.
Sin
embargo el conflicto sigue en curso. Aunque no está resuelto aún el conflicto
laboral en la Secretaría del Trabajo y con ello ir a la huelga en demanda de la
reinstalación de los obreros injustamente despedidos, el SUTEIVP también enfrenta
la represión.
Gángsters
de la CROC, una estructura de control instrumentada en tiempos de la dictadura
priísta, pretenden ser impuestos por el “Grupo Modelo” y por el gobierno para
dar el golpe de gracia al sindicato independiente.
Aquí
vemos cómo la democracia y el “estado de derecho”, proclamados por la derecha
prianista, son una mascarada para dejar intocadas las verdaderas relaciones de
poder, aquellas que surgen del mundo de la producción de la riqueza social.