Una circunstancia de la que no se ha hablado en el
“debate” abierto en el Senado de la República. Vale la pena saber qué encontró la ASF a este respecto:
Pemex y sus subsidiarias sostienen una participación accionaria con 43
empresas, con un costo al erario por 13 mil 244 millones de pesos. Las acciones
de Pemex (para el cuarto trimestre de 2003), sin embargo fueron estimadas a la
baja por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que reportó 11 mil 504
millones, casi 2 mil millones de pesos menos.
Pemex, durante las administraciones priístas (entre
los años 80 y 90) radicó cuatro empresas constituidas en el extranjero en
paraísos fiscales del Caribe: Islas Caimán (Mex Gas International Ltd), Bahamas
(Pasco International); Bermudas (Kot Insurance Company) y en las Antillas
Holandesas (PMI Holdings N.V).
De una decena más de empresas creadas por Pemex y
sus subsidiarias, cinco (5) son propiedad de Pemex: Integrated Trade System,
Inc; Kot Insurance Company; PMI Holdings M.V. Holdings B.V y Pemex Capital,
Inc.
Cuatro pertenecen a Pemex Gas y Petroquímica Básica:
Mex Gas International; Panamerican Sulphur Company; Pasco International y Pasco
Termninals Inc; y una depende de Pemex Exploración y Producción: PMI Marine,
Ltd.
Pemex posee una participación accionaria de 5 por
ciento en la petrolera española Repsol YPF,
por lo que su traslado de Londres a Madrid no causó extrañeza, como la
causó en que dicho traslado coincidiera con el anuncio de una inversión por 2
mil 300 millones de dólares (mil 784 millones de euros) en Veracruz, para el
mantenimiento de la infraestructura petrolera en aquel estado. Pero no hay que
descuidar que Pemex exporta un 80% de su crudo a EEUU, un 17% a Europa (del
cual España se lleva casi el total) y un 3% a India.
Pemex suministra petróleo a las españolas Repsol
YPF, Cepsa, BP España y Petrogal. De allí que el gobierno mexicano tenga
puestos los ojos en Repsol, la petrolera española y, también en Halliburton, la
compañía estadounidense encabezada por Dick Cheeney, vicepresidente de Estados
Unidos y su principal proveedor (80 por
ciento) de tecnologías “de punta”.
Resulta extraño que Pemex (el gobierno mexicano)
haya obviado una alianza estratégica con Petrobras, la empresa petrolera
brasileña que cotiza como la más importante desarrolladora de tecnologías de
explotación y explotación en aguas profundas y es más extraño que se acogiera a
Halliburton, la petrolera estadounidense con mayor vinculación con el
Pentágono.