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Musicales, el gran riesgo de productores

Crear los espectáculos de ese tipo supone un esfuerzo enorme

Musicales como “Cats”, “Wicked” y “Hoy no me puedo levantar”, entre otros, son producciones que requieren de inversiones millonarias en el teatro debido a su fastuosidad en la escenografía, coreografía y contratación de elencos.

 

Aunque este contexto y las historias atraen la atención del público, los productores no siempre aciertan en el éxito, por lo que siempre cruzan los dedos para ver resultados positivos en taquilla.

De 15 hasta 55 millones de pesos requiere un productor para montar en México un musical extranjero de gran formato. Ya en cartelera, tendrá que vender unos 300 mil boletos para cubrir por lo menos, durante seis meses, la nómina de hasta 100 personas.

Al mismo tiempo, tiene que recuperar su inversión y quedarse con recursos para invertir en su siguiente proyecto, cuyos derechos pueden costar entre 75 mil dólares a un millón de dólares.

“Se necesita ser un gran valiente para arriesgarse a producir, se necesita amar verdaderamente al teatro para proponer porque corres el riesgo de quedarte sin un peso. Además, cada vez somos más personas haciendo teatro, lo cual provoca que haya más demanda de historias, actores y salas”, declaró el productor Morris Gilbert.

El musical “Cats”, próximo a celebrar su primer aniversario de representaciones, ha sido visto por más de 280 mil personas. Su productor Gerardo Quiroz invirtió cerca de un millón de dólares para su montaje.

De las ganancias obtenidas, en asociación con Showtime y Generamúsica, ahora produce “Shrek, el musical”, cuya inversión es casi lo doble que “Cats”.

“Wicked” hasta hoy se coloca como el musical más caro que se haya producido en México, con una inversión de 55 millones de pesos a cargo de Ocesa Teatro y le sigue “Mamma mia”, que requirió de 35 millones para ser una realidad en 2009.

En 1952, el dramaturgo y actor Edmundo Mendoza montó por primera vez en México una comedia musical similar a las que se presentaban en Nueva York.

Se trató de “Ni fu, ni fa”, dirigida por Salvador Novo y estrenada en el Teatro Sullivan con las actuaciones estelares del propio Mendoza, Rosenda Monteros y Armando Pascual.

Hacia finales de la década de los 50, los productores Luis de Llano Palmer y René Anselmo comenzaron a importar textos y presentaron obras como “Los novios”, “¡Ring, ring, llama el amor!”, “La tía de Carlos” y “La pelirroja”, entre otras.

Para 1959, Manolo Fábregas produjo “Mi bella dama” en el Palacio de Bellas Artes y después en el Teatro de la Ciudad con un elenco encabezado por él mismo, Anita Blanch, Mario Alberto Rodríguez y Cristina Rojas.

Más tarde, presentó “El hombre de la mancha” (1969), “Violinista en el tejado” (1970), “Promesas, promesas” (1971), “No, no, Nanette” (1972) y “Kismet” (1973), por citar algunas.

A partir de entonces, más productores se unirían a la ola de los musicales en México. Silvia Pinal con “Mame” (1973) y Julissa, que desde 1964 ha producido más de 20 obras, siendo la mayoría de éstas musicales, incluidas las 13 versiones de “Vaselina”.

También ha presentado “Pippin” (1974), “Jesucristo Superestrella” (1975), “El Show de Terror de Rocky” (1976), “Los Beatles” (1977), “José, el Soñador” (1983), “Corazón de rock” (1988) y “Menopausia, el musical” (2004).

En 1997, Ocesa Teatro se convirtió en una empresa reconocida en América Latina por el éxito que alcanzó en el Teatro Orfeón con el montaje del musical “La Bella y la Bestia” con Lolita Cortés y Roberto Blandón.

Tuvo un costo de cuatro millones de dólares. Se representó en 420 ocasiones con la participación de 38 actores y la asistencia de 650 mil espectadores. Una década después, se volvió a montar con éxito.

Después de esta obra montó otras piezas de gran formato como “Los Miserables”, “El fantasma de la ópera”, “Mary Poppins”, “Hoy no me puedo levantar”, “La línea del coro”, “Los productores” y “José, el soñador”, que ofreció 440 funciones.

“Bésame mucho”, “¡Si nos dejan!” y “Mentiras” se suman a la lista como producciones de manufactura cien por ciento mexicana. Incluso, de estás dos últimas se han vendido los derechos para temporadas en el extranjero.

“El violinista en el tejado”, por ejemplo, es el musical que más artistas ha tenido en escena con un total de 50 personas. Todos fueron elegidos de un casting al que acudieron mil 200 aspirantes.

“Producir teatro musical en México es caro, porque requerimos del trabajo de hasta 100 personas o más y cada uno cobra. En ´¡Si nos dejan!', participan unas 67 personas que hacen bien su trabajo y por lo tanto, tienes que pagar buenos sueldos”, comentó el productor Morris Gilbert, director general de la División Teatro de Ocesa.

Tina Galindo, administradora del Teatro de los Insurgentes, también ha producido junto con Ocesa los musicales de mayor calidad y estabilidad en México. Entre las piezas destacan: “Mi bella dama” (2002), “Cabaret” (2006), “Victor, Victoria” (2007), “Una Eva y dos patanes” (2008) y “La novicia rebelde” (2009), por mencionar algunos.

Alejandro Gou ha producido pocos musicales a lo largo de su trayectoria, entre los que destacan “Timbiriche, el musical” y la reposición actual de “Hoy no me puedo levantar”, la cual, a diferencia del montaje de 2006, utiliza pantallas de leds, trampas y elevadores, más cambios de vestuario y se modificó el libreto para hacer más ágil la historia.

“Las preferencias sexuales son abordadas con mayor madurez como cuando en una escena ‘El Chakas’ le pregunta a ‘Guillermo’: ‘¿eres gay?’ y éste les responde: ‘sí, como muchos más’. A la gente le han gustado los cambios y lo agradecen”, platicó Gou.

El elenco mexicano de “Hoy no me puedo levantar” en 2006 estuvo encabezado por Alan Estrada, Fernanda Castillo y Luis Gerardo Méndez. Se estrenó el 25 de mayo de 2006 y fue vista por más de 450 mil personas con 424 representaciones.

Gerardo Quiroz, por su parte, llegó a presentar “Fiebre de sábado por la noche”, “Amor sin barreras”, “Pinocho, el musical” y “Vaselina” en 2004 en asociación con Julissa.

“Antes de montar ‘Amor sin barreras’ (2004) pensaba que ese era el más ambicioso de todos los musicales que produciría, pero ‘Cats’ lo rebasa por su infraestructura técnica y artística de primer nivel. Ha sido mi trabajo más complicado, pero también el que más disfrutaré”, resaltó Quiroz sobre la puesta que reúne a 26 artistas en escena.

“Vale la pena producir teatro musical cuando confirmas que tu vida no tiene sentido si esta disciplina no está involucrada en ella. Creo que escenógrafos, técnicos, directores, actores y todos quienes son piezas importantes en esto, opinan lo mismo”, aseguró Juan Torres, productor de “Godspell”.

La cartelera actual presenta amplia oferta de musicales, como: “Mentiras”, “¡Si nos dejan!”, “Hoy no me puedo levantar”, "Amar y querer", “Wicked”, “Shrek, el musical”, “Avenida Q”, “Godspell”, “Y llegaron las brujas”, “Cats” y “La CQ, el musical”.

 

 

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