La historia del DJ Patas, secuestrado una noche de junio en el puerto de Veracruz fue retomada por el diario español El País.
Una noche de junio casi en la madrugada, unos hombres armados entraron en la casa de Guillermo Lagunes, el DJ Patas, en el puerto de Veracruz, le pidieron que se vistiera y se lo llevaron junto con su costoso equipo de música. No se volvió a saber de él.
Desde entonces, sus padres han emprendido una intensa búsqueda, cuyo telón de fondo es la ineficacia de las autoridades estatales en un estado que cuenta en su haber con 715 ciudadanos desaparecidos desde que lo gobierna el priista Javier Duarte.
La historia del DJ Patas, fue retomada por el diario español El País.
El DJ Patas, era muy popular entre políticos y famosos, muy demandado en las fiestas de la clase alta veracruzana, quienes contrataban a su empresa de organización de eventos.
La noche que desapareció, Guillermo estaba acompañado por Cesar Lara una persona que trabajaba para él, quien no avisó de su plagio, sino hasta la semana siguiente, cuando la madre insistió en saber donde esta su hijo que lleva días sin contestar su celular.
"En las siguientes semanas, los trabajadores de Dj Patas enviaron a los secuestradores cantidades de dinero de la empresa y una motocicleta con el propósito de que lo liberaran. Las declaraciones de los empleados sobre esas entregas son confusas en cuanto a hechos concretos, fechas y nombres. Los partes policiales, un galimatías. El caso se ha enmarañado hasta volverlo casi incomprensible. Sus padres buscan una pista en medio de esa nebulosa que los lleve hasta su hijo", relata El País.
En un artículo titulado Veracruz, un agujero negro en México, Juan Diego Quesada, escribe: "Los padres de Dj Patas presentaron la denuncia de su desaparición ante el Ministerio Público de Veracruz el 8 de julio. Los investigadores nunca revisaron las cámaras de seguridad de la zona donde se hicieron entregas de dinero. No hicieron un retrato hablado de los sospechosos. La cuenta del banco de Luis Guillermo nunca ha sido revisada. El número que se envió a las autoridades bancarias para que autorizaran su intervención era erróneo y el proceso se dilató hasta el infinito. Los padres pidieron que se avisara al registro de vehículos sobre la desaparición de la moto pero un funcionario contestó que "el sistema estaba caído". El teléfono móvil de Luis Guillermo estuvo durante meses activo pero a nadie se le ocurrió rastrearlo", abunda el diario español.
"Las autoridades designaron para el caso de Dj Patas a los comandantes policiales Gazca y Medrano. Prometieron no reparar en gastos y seguir cualquier pista por minúscula que fuera. Medrano profundizó más en la investigación y fue al puerto de Veracruz a seguir el rastro de Luis Guillermo. Estuvo varios días allí y se mandó mensajes e intercambió llamadas con los padres. Un día dejó de contestar al teléfono y desde entonces se ha mantenido en un estricto silencio. No hay respuestas."