De acuerdo con el ex panista González Schmal, los hijos de quien fuera a partir de 2001 la Primera Dama, al contraer nupcias con el
entonces presidente Vicente Fox,
realizaron pingües negocios con el gobierno federal. Sobre el tráfico de
influencias de los hermanos Bribiesca
Sahagún, la comisión investigadora, encabezada por la perredista Malú Micher logró documentar acciones
de compra de bienes depositados en el Instituto de Protección del Ahorro
Bancario (IPAB), precedente del FOBAPROA. Así, a través de una empresa llamada Kilate (constituida con un capital
social de apenas 50 mil pesos) adquirió a precios de ganga departamentos,
casas-habitación, conjuntos y complejos habitacionales, en diez estados del
país. Todo el paquete, por poco más de 8 millones de pesos.
Estos bienes, a su vez, fueron adquiridos posteriormente
por otra empresa, Construcciones Prácticas,
donde figura como socio Jorge Alberto
Bribiesca Sahagún. Construcciones
Prácticas pagaría por ellos 69 millones de pesos y, la tercera parte de
este precio se pagó con un cheque librado por Jorge Alberto Bribiesca
Sahagún. Esta es la parte conocida de la historia.
La otra, no muy conocida, tiene que ver con la actuación de
la Procuraduría General de la República, luego de la defenestración de Rafael Marcial de la Concha y el ascenso de Daniel Cabeza de Vaca. Y es que este
último no obstante recibió de la Comisión Investigadora todas las pruebas:
documentos y testimonios; las valuaciones de los bienes adquiridos y las
evidencias de triangulación y constitución de empresas al vapor, no hizo que
las investigaciones avanzaran ni un milímetro, en una evidente acción de
encubrimiento de los hijos de Martha
Sahagún, quien también se vio envuelta en un proceso de investigación por Vamos México, la relación de esta
organización con Provida, la Lotería Nacional y el Fondo Nacional para Desastres de la
Secretaría de Gobernación.
La línea apunta ahora hacia la posibilidad de que este caso
esté siendo encubierto ahora por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, toda vez que en el relevo de Gobernación
colocó junto al convertido ave de las tempestades, Juan Camilo Mouriño, en calidad de subsecretario de Gobernación ni
más ni menos que a Daniel Cabeza de Vaca,
quien fungía como su consejero.
La tesis de González
Schmal destaca que si el presidente Calderón
encubre, por un lado a Mouriño (involucrado
en un caso de tráfico de influencias) y, por el otro a Cabeza de Vaca, considerado como encubridor de los hermanos Bribiesca, el mandatario federal habría
estado en conocimiento de ambos casos, todo el tiempo.
Para subrayar esta convicción, el ex panista Jesús González Schmal dijo en el atrio
del Templo de San Nicolás Tolentino
esto, subrayándolo:
--Para los panistas, México no es más que un
simple botín; sólo les importa el poder… y el dinero.