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Peluquería La Francesa, cinco décadas de imponer estilo entre los potosinos

Enrique Ramírez anticipó que este tradicional oficio que a pesar de que ha disminuido paulatinamente no perecerá.

San Luis Potosí, SLP.-  La imagen personal, gallarda y un aspecto limpio de la figura masculina no sólo se remiten a la pulcritud de sus atuendos, está ligada a un corte de cabello clásico que denote esa clase ligada a un estilo personal. La tradicional peluquería tiende a desaparecer por la proliferación de la estética unisex pero no para “La Francesa” que este mes cumple cinco décadas de historias que acompañaron la transformación del viejo al nuevo San Luis.

Apenas con 11 años, Enrique Ramírez abandonó sus estudios elementales de quinto de primaria para comenzar a trabajar en la peluquería de su tío que estaba a unos pasos del mercado República que en la década de los 1960 representaba el centro de abastos para la ciudad.

“Hay llegaba todo el grano, el maíz y el frijol y todas las verduras. Había muchas vecindades muy pobres en toda aquella zona”.

Su intención no era iniciarse en el oficio de las tijeras, comenzó como bolero. Incipientemente le atrajo el oficio de su tío quien poco a poco le instruyó para subir a la categoría a sus 14 años ya era un aprendiz de peluquero en aquel negocio entre las vecindades que tradicionales en los barrios potosinos.

En aquellos años se vivió el primer movimiento navista contra el candidato oficial del entonces presidente Adolfo López Mateos quien impulsó al político y senador por Chihuahua Manuel López Dávila a la gubernatura del estado, para el aprendiz de peluquero la situación era diferente, iniciaría una campaña de estudios en Guadalajara por dos años.

El mundo vivía la zozobra de la Guerra Fría entre las dos súper potencias, John F. Kennedy era aún presidente de los Estados Unidos, en septiembre de 1963 Enrique Ramírez fundó la Peluquería Francesa en el barrio de Tequis donde permanece actualmente.

Para Enrique iniciaba una carrera diferente, años más tarde se casó y pudo sacar a sus hijos con muchos esfuerzos dándoles a dos de ellos carreras universitarias y dos más decidieron emigrar a la Unión Americana donde radican.

Día a día fueron incrementando el número de clientes a los que se sumaron padres que llevaban a sus hijos, gente cotidiana y trabajadora de todos los estratos sociales, incluyendo, a la clase política encabezada por la familia Nava.

La década de los noventas apenas comenzaba y las elecciones para la gubernatura apenas estaban en ciernes cuando resurge Salvador Nava encabezando a las oposiciones y la imposición de Carlos Salinas de Gortari en Fausto Zapata cercano al presidente. Nava Calvillo a pesar de su enfermedad emprendió una feroz campaña que unió a corrientes políticas adversas.

Mientras los políticos se destrozaban en las plataformas y San Luis Potosí era el centro de la atención nacional por lo ambiguo de la contienda, la peluquería de Enrique Ramírez era un punto neutral, las corrientes adversas se reunían a platicar unos momentos en la peluquería.

“Una ocasión aquí estaba Jacinto Lárraga aquí y yo le estaba cortando el cabello, las campañas estaban en su mero punto y en eso pasó un navista y se paró en la puerta gritando ¡Arriba Nava!, y  Jacinto se levantó de inmediato y le dice ¿Qué arriba quién? Y el pregonero le responde ¡Arriba nada!”, recordó en medio de carcajadas.

Por sus tijeras han pasado generaciones completas, los estudiantes se convirtieron en profesionales para después ser exitosos empresarios o políticos como su amigo Teófilo Torres Corzo quienes a su vez llevan a las nuevas generaciones, hijos y ahora nietos se sientan en los sillones tradicionales que datan de más de cuarenta años y que ya no se hacen más.

Recientemente emprendió una nueva empresa, abrió una sucursal en la colonia Garita donde ofrece servicio de estética, tintes y uñas sin dejar de privilegiar la tradicional práctica. En la capital no sobrepasa la veintena de estos negocios, sus dueños han muerto poco a poco llevándose consigo este legado.

Entre los orgullos que don Enrique presume es que pudo adiestras a muchos jóvenes que iniciaron sus negocios propios que permanecen vigentes.

Muchos gobernadores han acudido a los servicios de Enrique, como Marcelo de los Santos, Fernando Silva Nieto, Horacio Sánchez Unzueta, Teófilo Torres Corzo o alcaldes como Mario García Valdez y todos los sectores empresariales y figuras de renombre para el estado.

Septiembre del 2013 es especial para Enrique Ramírez, se cumplen cinco décadas de labor ininterrumpida por lo que anticipó que este tradicional oficio que a pesar de que ha disminuido paulatinamente no perecerá.
 

 

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