La actividad económica en las cuatro regiones en que se divide el país observó un debilitamiento en el segundo trimestre del año, aunque aún no hay elementos suficientes que indiquen una desaceleración en la economía nacional, informó Alberto Torres García, director general de investigación económica del Banco de México (Banxico).
En su reporte trimestral sobre las Economías Regionales, detalló “de acuerdo con directivos empresariales entrevistados por el Banxico, el deterioro que mostró la actividad económica en el periodo de referencia obedeció a la desaceleración de la economía mundial y al menor dinamismo de la demanda interna, especialmente del gasto público y de la actividad en el sector de la construcción”.
En ese sentido, en particular la actividad comercial se contrajo y la construcción, especialmente en vivienda, se mantuvo estancada, mientras que en lo referente a la producción manufacturera, destacó la contracción que se observó en la región centro.
Por el contrario, las actividades que mostraron mejorías, fueron las del sector turístico y el financiamiento a las empresas, que se fortalecieron en las cuatro regiones del país.
Como resultado del deterioro, también el empleo continuó con una desaceleración, especialmente de los trabajadores afiliados ante el IMSS, en la región Norte por ejemplo apenas alcanzó un crecimiento de 3.15 por ciento, por debajo del 4.21 por ciento del trimestre previo, mientras que en el Centro-Norte, estuvo en 3.20 por ciento, en el Centro de 4.35 y en el Sur de 3.63 por ciento, todos por debajo del resultado anterior.
Con respecto a la inflación general anual, después de registrar un repunte hacia el final del primer trimestre del año y principios del segundo, “ésta inicio una tendencia a la baja a partir de mayo en las regiones del Centro y Sur, y en junio en las del Norte y Centro-Norte”, aseguró el directivo.
Por ello, de acuerdo con su reporte, no se anticipan presiones inflacionarias para los siguientes seis y doce meses.
