Jueves 29 de Mayo de 2025 | Aguascalientes.
Más de 3 mil personas presenciaron la “pelea del siglo” entre el presidente municipal de Angostura, José Manuel Valenzuela López, Chenel, y la gloria local de Guamúchil, Manuel Matasiete Higuera, que finalizó con un empate.
El encuentro se llevó a cabo en el estadio de béisbol de Angostura, registrando lleno total. Antes de iniciar el combate se efectuaron seis peleas de corte amateur.
Previo a la pelea, Chenel dijo que las críticas no le incomodaban, ni le “mortificaban”, toda vez que no estaba violando ninguna ley.
“El hecho de que yo sea alcalde no me impide, porque no estoy violando ninguna regla y no le falto a ninguna autoridad; al contrario, la autoridad soy yo y el pueblo lo aplaude, al pueblo me debo y por el pueblo estoy, así que no pasa nada”, apuntó.
Al presentar a los contendientes, el Matasiete arribó al ring a lomos de una burra, con su singular traje y sombrero de charro.
Chenel Valenzuela apareció enfundado en una bata verde, que en el pecho tenía plasmada la figura de el Sagrado Corazón de Jesús, a quién se encomendó para que el Matasiete “no lo golpeará muy fuerte”.
“Es una pelea deportiva de convivencia entre amigos, que puede pasar en tres rounds; pues nada, tengo tres días preparándome, que por cierto estoy muy cansado, ahorita vengo de la iglesia de pedirle a Dios y a San Miguel Arcángel, mis amigos y todos los santos, pues que no me pegue recio el Matasiete, porque él es profesional”.
Al sonar el campanazo, los dos personajes salieron tirando golpes a diestra y siniestra.
El alcalde soltó varios jabs, con lo que mantuvo a distancia al guamuchilense, pero éste, con movimientos de cintura, esquivó una serie de volados y contragolpeó.
En el segundo round, ambos peleadores bajaron de intensidad, pero el público los presionó pidiéndoles más intercambio de golpes.
Para el tercer asalto, Valenzuela López castigó las zonas blandas y al rostro a Higuera, pero éste le respondió y en los últimos segundos los peleadores se fajaron en un ‘toma y daca’.
Al final, el réferi levantó las manos de ambos contendientes, al decretar un empate.
