El documental que no desean tener los festivales

El documental “Los rollos perdidos”, que aborda la matanza estudiantil de 1968 en Tlatelolco y el incendio de la Cineteca Nacional en 1982, ha sido desechado de festivales de cine.

Gibrán Bazán, el realizador de la cinta que estrena comercialmente mañana en el Cine Lido, sede alterna de la Cineteca Nacional, dice: “Digamos que legalmente no nos conviene (decir el nombre de los certámenes), podría ser contraproducente, pero son festivales importantes de México. Pero vamos a seguir tratando de que se vea el documental, haciendo la lucha para que se vea”.

“Los rollos perdidos” está confeccionado por dos acontecimientos que han marcado al cine nacional: primero Tlatelolco, porque lo ocurrido ahí fue filmado por un cineasta profesional (Servando González, ‘Viento negro’).
El realizador filmó ocho horas desde los pisos 17 y 19 del entonces edificio de Relaciones Exteriores; salió de madrugada hacia los Estudios Churubusco para revelar el material que se había filmado.
Supuestamente pruebas de esos rollos, que contendrían material inédito de una hora de duración, fueron resguardados en la Cineteca Nacional, sin que nadie supiera.

Años después, dicho edificio fue consumido por misteriosas explosiones y un incendio, destruyendo las posibles pruebas.

“Estábamos obsesionados, comenzamos a investigar la conexión que podría haber entre ambos hechos y no encontramos nada. Y bueno, si el gobierno hubiera querido descubrir esos rollos de Tlatelolco, donde se registró lo que ocurrió en la Plaza, entonces habría cerrado la Cineteca por seis meses y puesto a 50 investigadores, no quemarla”, considera Bazán.

Cinco años

El también columnista de EL UNIVERSAL refiere que fue casi un sexenio lo que se llevó la investigación, tras haber recibido una carta, de un supuesto colaborador de Servando González, quien afirmaba la existencia de esos rollos.

El documental, con una duración aproximada de hora y media, es narrada por el actor Daniel Giménez Cacho (‘Arráncame la vida’).

Cuenta con testimonios de gente que estuvo ese día en la Plaza de las Tres Culturas, como el cineasta Óscar Menéndez; además de trabajadores de la Cineteca.

También con gente que conoció a González, quien aparece gracias a un entrevista que le fue hecha años antes de morir y en donde reconoce haber visto imágenes duras esa noche del 2 de octubre de 1968.

“Pero todo ese material lo entregué, no quería tener problemas con el presidente Gustavo Díaz Ordaz ¿verdad’”, dice en un momento el realizador y productor.

“Los rollos perdidos” se proyectará hasta el próximo martes en el Cine Lido, en la colonia Condesa de la Ciudad de México.

Hasta ahora ha sido proyectado en universidades, contabilizando, de acuerdo con Bazán, unos 15 mil espectadores en su corrida.