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Tijuana, el centro de la trata de personas

MÉXICO, D.F.
El Universal | 27/11/2007 |

 

Cada semana, en la madrugada, por cinco rutas distintas, llegan a Tijuana autobuses y aviones con decenas de niñas y mujeres de 3 a 65 años de edad para ser forzadas a prostituirse.

Son mujeres de 14 estados de la república mexicana y por lo menos diez países de América, Europa y Asia, pobres la mayoría, que son engañadas y reclutadas por las bandas dedicadas a la trata de personas.

También hay mujeres menores de edad de una clase económica alta que son secuestradas y explotadas sexualmente en salas de masaje ubicadas en la línea fronteriza de la comunidad de Mesa de Otay en la frontera con la ciudad de San Diego, en Estados Unidos.

Ese es el panorama del fenómeno que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha descrito como la nueva forma de esclavitud y que en Tijuana tiene su principal centro de operación, señala un estudio exploratorio financiado y avalado por la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el Instituto Nacional de Migración (INM).

La “Evaluación de la trata de personas: mujeres, niños y niñas en la frontera norte de México, con particularidad en Baja California”, obtenida por EL UNIVERSAL con fundamento en la Ley Federal de Acceso a la Información Pública, señala que Tijuana es ciudad de destino y operación de la trata de personas, pero también de traslado de mujeres y niñas hacia Estados Unidos con la misma finalidad.

El estudio que estuvo a cargo de la investigadora Fabiola Vargas Valencia, del Colegio de la Frontera Norte, detalla que los tratantes cruzan a mujeres, niños y niñas hacia Estados Unidos por autobuses o avión con documentos falsos (identificaciones y actas de nacimiento), por tierra a través de una caminata de hasta nueve horas por la sierra de Tecate o Mexicali, escondidos en cajuelas de autos y camiones, o mediante la complicidad de agentes de la patrulla fronteriza estadounidense, quienes, en algunos casos, han abusado sexualmente de las víctimas.

El 14 de octubre de 2004, el gobierno de México, la OEA y la OIM iniciaron un proyecto denominado “Combate a la trata de mujeres, adolescentes, niños y niñas en México”, el cual incluyó cursos de capacitación para servidores públicos, foros y la elaboración de dos estudios preliminares para conocer las dimensiones del problema en Chiapas y Baja California.

Este diario dio a conocer los resultados del primer estudio de Chiapas el 6 de mayo pasado en el que se advirtió que el fenómeno se extiende por México sin disimulo, con el encubrimiento, tolerancia, omisión y debilidad por parte de las autoridades federales, estatales y municipales. Tan sólo en Tapachula se estimó la existencia de alrededor de 21 mil víctimas de trata, de entre 10 y 35 años de edad, explotadas en mil 552 negocios e infinidad de giros clandestinos.

En esta ocasión, se presentan los resultados del segundo estudio, realizado en Tijuana.

-El panorama en Baja California

La trata de personas, según el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, es la captación, transporte, traslado, acogida y recepción de personas que recurren a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, rapto, fraude, engaño o abuso de poder, entre otros, con fines de explotación sexual, laboral, de servidumbre o extracción de órganos.

Este segundo estudio preliminar en Tijuana señala que la historia de la mayoría de las víctimas de trata en esta zona del país es similar a las del resto del mundo, pues para ser explotadas, primero son enganchadas en sus lugares de origen, estaciones de autobuses o aeropuertos con la promesa de que les darán empleo en el sector doméstico o en la industria, ya sea en Baja California o en Estados Unidos, con posibilidades de ganar dinero propio y para enviar a la familia.

La investigadora Fabiola Vargas Valencia explicó en su estudio que en el caso de las mujeres o madres solteras, los tratantes las engañan e inician un noviazgo con ellas para ganarse su confianza y después prostituirlas.

La mayor parte de las víctimas de trata en la región, establece el estudio, son mujeres que desean migrar hacia Estados Unidos. Son mexicanas 93% y el resto de países como El Salvador, Guatemala, Brasil, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, España, Estados Unidos y China.

Los lugares de origen de las mexicanas son Oaxaca, Sinaloa, Chiapas, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Puebla, Guerrero, Durango, Distrito Federal, Veracruz, Estado de México y del propio Baja California.

 

Las rutas

La investigadora del Colegio de la Frontera Norte identificó cinco rutas de tratantes de personas. La primera comienza en Sudamérica, llega al Distrito Federal y de ahí va hacia Baja California, a través de Los Cabos. Las mujeres, la mayor parte indocumentadas, son explotadas en bares o table dance. Los testigos aseguran que en las madrugadas llegan autobuses con decenas de mujeres cada semana, que son repartidas en distintos establecimientos nocturnos de “La Coahuila”, zona de tolerancia en Tijuana, o en las ciudades colindantes.

La segunda ruta parte de Centroamérica hasta Tijuana directamente. Por lo general, las víctimas llegan con contactos que establecieron en sus lugares de origen y las trasladan a hoteles. Les prometen que en cuestión de días serán llevadas a Estados Unidos, pero pasan semanas y meses y son obligadas a prostituirse para pagar las “deudas” del viaje, el hospedaje y la alimentación.

La tercera ruta se ubica en el interior de Baja California, desde Tijuana a Mexicali, Ensenada, Playas de Rosarito, Tecate. En ella se explota a mujeres que fueron deportadas o que no han podido cruzar a Estados Unidos por falta de dinero y en donde se les ofrecen hasta 400 dólares diarios en la prostitución.

Una cuarta ruta es trazada desde Tijuana hasta Ciudad Juárez y Sonora pasando por Nogales, Caborca y Agua Prieta. Algunos testigos consultados por la experta aseguraron que algunas de esas mujeres fueron asesinadas en Ciudad Juárez.

La quinta ruta identificada parte de Tijuana hacia Estados Unidos, por San Diego. En ella están involucrados polleros y los puntos donde opera la red son Vista, en La Escondida; Las Antenas, en Carlsbad; Carrizales, en Oceanside y Del Mar y Los Gatos en Valley Center. Los polleros trasladan a mujeres, niños y niñas con documentos falsos o de forma indocumentada por la sierra o escondidos en cajuelas o consolas delanteras de autos y camionetas, en ocasiones, con la complicidad de agentes de la Patrulla Fronteriza.

Vargas Valencia señaló que la política pública para combatir la trata de personas podría enfocarse no sólo en la persecución de los polleros y propietarios de bares o giros negros, sino que también se debe investigar a los traficantes de cuello blanco que están detrás de las redes criminales.