Los pocos negocios que permanecen luchan cada día por mantener sus puertas abiertas.
En el abandono, con muchos locales en renta y otros tantos “grafiteados”, esa es la realidad de las primeras plazas comerciales de San Luis Potosí construidas en la época de los 80.
Y es que en décadas pasadas, las plazas de Las Américas, Guimevi y Centro, fueron un centro de negocios importantes por muchos años antes del surgimiento de otras como la Tangamanga.
Mediante un recorrido se constató que en estos sitios ahora se encuentran incontables locales comerciales en renta y pocos, muy pocos, son los negocios que continúan abiertos.
En la Plaza de las Américas, lugar donde por años se instalaron cines y un restaurante en el sótano, con la unión de los cines en grandes compañías, las salas de la plaza fueron retiradas y su lugar lo ocupa la organización Pare de sufrir.
Una compañía de materiales para diseño, dos de telefonía celular y una para tramitar visas completan el total de los negocios del lugar. Los demás locales se encuentran en renta.
Por su parte, la Plaza Centro, donde se ubica un estacionamiento en la parte alta, fue por años un centro de negocios principalmente de moda, además de que en el interior se encontraba un restaurante famoso por su comida entre los trabajadores de la zona centro, el cual al desaparecer se llevó consigo a casi toda la clientela del lugar.
Actualmente, este sitio se encuentra oscuro y “grafiteado” por malvivientes; hay algunos locales dedicados a vestidos de bodas y quince años, negocios que apenas alcanzan a sobrevivir.
Más a salvo y con mejores ventas, se encuentran los locales que dan hacia Avenida Carranza y Obregón, además del estacionamiento que por cierto, fue escenario del presunto suicidio de una adolescente hace algunos años.
En iguales condiciones se encuentra la Plaza Guimevi, lugar que albergó en los 80 y buena parte de los 90 locales dedicados a videojuegos, así como un cine que al igual que el de las Américas, desapareció.
La planta baja, sin embargo, sigue manteniendo dos de los negocios emblemáticos del lugar, como la Joyería El Milagro, de gran historia en la ciudad y un negocio de lencería.
Así las cosas, ya casi nadie recuerda que casi en la entrada de ese centro comercial, una Rosa de los Vientos marca presuntamente el lugar exacto del centro geográfico de la ciudad.