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Más sabe el cineasta por viejo...

EL UNIVERSAL | 09/07/2012 | 05:27

Mel Gibson sabe que las arrugas ya cruzan su frente, pero al mismo tiempo, considera que está en una buena edad para conseguir logros, y la dirección de cine se lo ha permitido.

Con Corazón valiente, hecha en 1995, ganó el Oscar a Mejor Director; después de ellos volvió a la realización con La pasión de Cristo, taquillera en el mundo y Apocalypto, filmada en México.

“Estar detrás de cámara y tener esa visión más grande del todo, te hace menos indulgente en tu campo.

Aunque creo que todo es importante, esto te permite tener otro tipo de logros, en especial a mi edad. Digo, puedes ver que tengo arrugas, es como decir que después de cierto tiempo, tienes que dejar de dar muchas cosas y avanzar”, dice Gibson en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL.

“Pienso que donde empecé (la actuación) no es donde más me enfoco en este momento, me gusta dirigir y estar atrás de cámara, explorar ese aspecto y también quisiera tener más experiencia para narrar historias”.

Gibson es uno de los varios actores, en la llamada Meca del Cine, que se han dado el lujo de brincar de estar frente al lente, a estar detrás de él y que no sólo han cumulado aprendizaje sino también prestigio y fortuna. 
TRADICIÓN

Kevin Costner, estrella de El guardaespaldas y de JFK, debutó en la dirección en 1990 con la ganadora del Oscar, Danza con lobos.

Además de protagonizarla, el histrión se consagró como uno de los grandes directores de la década.

Sus siguientes películas Mundo acuático y Open range, donde trabajó el actor mexicano Diego Luna, casi lo jubilan de la dirección por su mala taquilla.

Quentin Tarantino es alguien que se considera no actor, pero no hay película en donde no haga papel, ya sea autodirigido o mandado por sus amigos, como Robert Rodríguez en Desperado.

El cineasta es conocido por Perros de reserva, Tiempo violentos (por la que ganó la estatuilla dorada hollywoodense) y recientemente Bastardos sin gloria.

Ben Affleck, la estrella de Daredevil y Pearl Harbor, no se ha quedado tampoco con las ganas.

Va en su tercer película Argo, que se encuentra en posproducción, en la que narra la crisis militar en Irán.

Anteriormente, Affleck dirigió Desapareció una noche y Atracción peligrosa, donde también actuó.

El más pródigo actor convertido en director es sin duda Clint Eastwood, que lleva 35 títulos dirigidos y hasta ahora tiene dos galardones Oscar.

Ha dirigido casi todos los géneros: thrillers (Río místico); dramas (Golpes del destino), históricas (Cartas desde Iwo Jima) y western (Los imperdonables).

Otros que han probado las mieles y sinsabores de la dirección en el séptimo arte son Warren Beatty (Reds), Robert Redford (Gente como uno), Helen Hunt (Reencuentro) y Kevin Bacon (el telefilme Losing Chase).