Lejos quedaron las parodias políticas en tv cuando aparecían personajes como ‘Cuatemochas’ o ‘el Jefe Ciego’ en Los Peluches, o las críticas de ‘El señor diputado’ de Héctor Suárez en ¿Qué nos pasa? en los 80, o el romance cómico entre ‘Chente’ y ‘Martita’ en El privilegio de mandar.
Son dos razones por las que personajes como estos no regresan a ocupar los horarios estelares dentro de la programación de la televisión abierta mexicana y que ha llevado a olvidarnos de frases como “¡Chúpele pichón!” de Héctor Lechuga en Barriendo la noticia de finales de los 80 por Imevisión.
La primera la expone Tv Azteca y se debe a que estas producciones son muy caras para una compañía de tv, por encima incluso de una telenovela de 120 capítulos, que el costo real de cada episodio es de 20 mil dólares, aproximadamente.
“La comedia es un producto muy caro y la comedia política más. Actualmente, la comedia política tiene cabida en el mundo; lo que pasa es que la gente se quiere reír y lo que menos quiere es sufrir al ver la tele”, argumenta Roberto Romagnoli, director de Entretenimiento de Tv Azteca.
El segundo motivo lo explica Televisa y se origina por la coyuntura electoral del país y porque los tiempos del Instituto Federal Electoral (IFE) prohíben la propaganda de los candidatos presidenciales en medios de comunicación, fuera de los tiempos oficiales planteados por ese instituto político.
“Ha habido un problema de espacio, me parece que la regulación del IFE, en cuanto a que se tiene que controlar la propaganda de los candidatos en medios de comunicación es el principal problema. Creo que una emisión de comedia política iba a causar controversia (en estos momentos) y quizás todo eso hizo para que se desistieran de esos programas”, expone Reynaldo López, productor de Televisa.
A partir de 2006 y a la fecha, la televisión mexicana decidió hacer un alto en la realización de caricaturas de política, como en su momento lo hicieron programas como ¿Qué nos pasa? con Héctor Suárez (1985), y El privilegio de mandar (2005) en Televisa y Barriendo la noticia con Héctor Lechuga y Chucho Salinas, El diario de la noche con Víctor Trujillo (1995), El pelón de noche (2004) y Hechos de peluches (1996 a 2007) en Tv Azteca.
La parodia política permaneció un año y medio al aire durante las elecciones federales de 2006 y se terminó un fin de semana después de los resultados electorales, con rating envidiable de 25 puntos.
“El momento político que se vivía en ese momento era el mismo que vemos ahora a unos días de las elecciones, y se terminó porque pensaron que se venía un momento álgido, y en esos casos es mejor hacerse a un lado”, dice Reynaldo López, creador de El privilegio de mandar.
Pese a que la televisión se ha apartado, los ciudadanos han creado sus propias parodias a través de las redes sociales, donde comparten fotos y chistes de los actuales protagonistas de la escena nacional, como lo explica el comediante Freddy Ortega: “Creo que las redes sociales están haciendo ese trabajo, pero creo que sí nos hace falta reír en un país que está atravesando por una situación bastante fuerte y tener una fuga en la tv es importante”.