Desde que cambió su formato, la Liga de Campeones de Europa mantiene dos especies de “maldiciones” para los participantes: ningún equipo ha podido ser bicampeón y ninguno se ha coronado en su propio estadio.
Estos “maleficios” parecen afectar a dos de los semifinalistas de esta edición, pues el Allianz Arena del Bayern Munich es la sede para la final, mientras que el FC Barcelona es el campeón reinante. Ambos tendrán que luchar contra estas estadísticas.
De acuerdo con el recuento del diario” Marca”, en las 19 ediciones que se han disputado, ningún equipo ha podido jugar en su cancha la final, y sólo Borussia Dortmund (en el Olympiastadion de Munich) y Juventus (en el Olímpico de Roma) pudieron ganar en sus países.
De ahí, las finales se han disputado en el Santiago Bernabéu (Real Madrid), Camp Nou (Barcelona), Old Trafford (Manchester United), Ámsterdam Arena (Ajax), Olympiastadion (Bayern Munich) y Giuseppe Meazza (Inter de Milán) y ninguno de los equipos anfitriones pudieron disputar la corona.
Cuando el título se disputó en Wembley, tres equipos londinenses participaron, pero ni Arsenal, ni Chelsea, ni Tottenham pudieron pasar más allá de cuartos.
En las ediciones anteriores, sólo Real Madrid e Inter de Milán pudieron alzar el título en su casa. Roma disputó la final ante Liverpool, pero perdió en penaltis.
