El Museo del Templo Mayor festeja 25 años

Luego de arduo trabajo de investigación y restauración arqueológica a 36 piezas, encontradas en 2007, por fin se dará a conocer al público este descubrimiento, que data de la época del gobierno de Moctezuma I, a través de la muestra “Humo aromático para los dioses”, este jueves en el Museo del Templo Mayor.

En rueda de prensa, Carlos Javier González, director del museo del Templo Mayor, dijo también que con esta exposición inician las actividades conmemorativas del 25 aniversario de la creación del Museo del Templo Mayor, el 12 de octubre de 1987.

Precisó que fue en 2007 el hallazgo de 32 ofrendas que constan de 30 mil objetos y que luego se empezó a trabajar en su reconstrucción.

Además indicó que con la muestra de estos vestigios pretenden sensibilizar al público y señalar el trabajo de todos los involucrados, desde el restaurador hasta el arqueólogo, quienes trabajan en conjunto para detallar y resanar la historia de los objetos.

El restaurador Leonardo López Lujan dijo: “Estamos de plácemenes porque el Templo Mayor está por cumplir 34 años, más de tres décadas de esfuerzo trabajando en uno de los escenarios más importantes de la época prehispánica; también es un año importante porque el museo cumplirá su 25 aniversario y su labor ha sido dar a conocer los trabajos que desarrollamos”.

Agregó López Lujan que consideran “tierra santa” esa área por todos los objetos históricos que han rescatado durante más de tres décadas de las calles de Argentina y Guatemala, pues ahí encontraron varios dioses, como la Tlaltecuhtli, la mas reciente, el 2 de octubre de 2006.

De los 36 sahumadores de barro -de entre 55 y 75 cm de largo- 31 fueron descubiertos durante la séptima temporada de excavación (2007-2012) del Proyecto de Templo Mayor y la ofrenda se halló en 2009 a casi siete metros de profundidad respecto al nivel de la calle; la antigüedad de los fragmentados, algunos con restos de copal, corresponde al gobierno del tlatoani Moctezuma I (1440-1469).

Los partes de los sahumadores son: una cazoleta cóncava que servía para contener carbones incandescentes; un mango tubular alargado que en su interior tiene varias esferas de cerámica, que producen un sonido similar al crótalo de una serpiente; y un remate que suele tener forma de cabeza de dicho reptil o garras de águila.

También se expondrán instrumentos sacerdotales, como púas de maguey y punzones de hueso que eran utilizados para el autosacrificio. La muestra tendrá ambientación acústica y aromática, con rezos en náhuatl y olor a copal.