Hugo Laussín | Plano Informativo | 23/03/2012 | 11:31
Según las últimas estadísticas proporcionadas por el INEGI, en San Luis Potosí han disminuido el número de ciudadanos que profesan la religión católica, pues se registra presenta una rebaja en relación a la década anterior, sin embargo, el estado aún se encuentra por encima de la media nacional.
Las cifras representan una particularidad del estado potosino, frente a sus vecinos Guanajuato, Aguascalientes y Zacatecas, que presentan los datos de mayor población católica en el país.
Los censos poblacionales han registrado desde 1895, la preferencia religiosa de las personas en el país; de acuerdo con ello México tiene una población predominantemente católica, de hecho, a principios del siglo XX, sólo una proporción muy reducida de la población manifestó tener una religión distinta a dicha fe. Es a partir de la década de la década de 1960, y de manera más acentuada en los años 80´s, que los censos registran decrementos cada vez más notables de la religión católica.
Algunos especialistas como Elio Masferrer Kan, un antropólogo de las religiones, la Iglesia católica atraviesa por una severa crisis, que no se veía en los últimos 400 años, por lo cual a la Iglesia romana ya no le quedó otra opción más que reconocer ese trance, como lo hizo el representante del Papa en México, Christopher Pierre, quien admitió —el viernes pasado— la grave crisis al interior del catolicismo.
“Sí hay momentos de crisis, hay personas que dejan la Iglesia; hay personas que piensan que ahora pertenecer a la Iglesia o practicar su fe dentro de la Iglesia católica no le corresponde, eso ciertamente son momentos difíciles para la Iglesia”, aceptó el nuncio apostólico francés, Christopher Pierre.
Por otra parte, según las últimas cifras del INEGI, de la población total del país, 82.7 por ciento son católicos, 9.9 por ciento reconocen una religión diferente y 4.7 por ciento no siguen religión alguna.
Los estados con mayor volumen de población católica son Guanajuato con 93.8 por ciento, seguido de Zacatecas y Aguascalientes, con 93.5 y 93 por ciento, respectivamente.
Los estados con mayor porcentaje de población sin religión son Quintana Roo con 13.4 por ciento y Chiapas con 12.1 por ciento.
Por otra parte, de los 6.9 millones de hablantes de lengua indígena en el país, 75.9 por ciento son católicos; mientras que 17.5 por ciento declaran una religión diferente.
Es de destacar que en 2010 la población que se declara con creencia distinta a la católica alcanza la cifra de 10%, en tanto que en 1970 era tan sólo de 2.2 por ciento y que el registro de la población sin religión que en 2010 resulta cercano a 5.3 millones de personas. Es decir, en casi cuatro décadas la pérdida de fieles para la iglesia romana ha sido de cerca de ocho por ciento del total en el país.
En sus estudios, Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, refirió que la jerarquía católica está alejada cada vez más de la realidad cotidiana.
Ejemplificó que la crisis que vive la Iglesia católica se refleja en las estadísticas: “la mitad de mexicanos que se declaran católicos ya no les interesa socializar con la Iglesia; la gente cada vez se bautiza menos y se casa menos por la Iglesia”.
Padres de familia, los desinteresados: experto
En sus estudios, Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, refirió que la jerarquía católica está alejada cada vez más de la realidad cotidiana.
Ejemplificó que la crisis que vive la Iglesia católica se refleja en las estadísticas: “la mitad de mexicanos que se declaran católicos ya no les interesa socializar con la Iglesia; la gente cada vez se bautiza menos y se casa menos por la Iglesia”.
También explicó que ha disminuido la gente que hace la primera comunión, “eso quiere decir que si disminuye la primera comunión, los padres de familia no desean socializar a sus hijos con el catolicismo”.
El catedrático e investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), puntualizó que en el 2005, se registraron alrededor de 2.5 millones de nacimientos, y hubo un millón 250 mil primeras comuniones, “prácticamente la mitad de los que nacieron se vincularon con la Iglesia, la otra mitad no”.
Masferrer ha considerado en sus diversos escritos que eso quiere decir que las familias mexicanas no están muy interesadas en socializar a sus hijos dentro del catolicismo, por eso, a la Iglesia católica le urge impartir educación religiosa en las escuelas, porque ya no son las familias las encargadas de socializar”.