Botica Alhóndiga, símbolo vivo de la historia de San Luis

Desde 1870 en la esquina que conforman el pasaje Hidalgo y Mier y Terán, la Botica Alhóndiga ha visto pasar generaciones de potosinos y fuereños a adquirir remedios ancestrales mezcla de sales, hierbas y pócimas realizadas por manos expertas.

María del Socorro Medellín, propietaria actual, señaló que al contrario de otros negocios, la botica sigue atrayendo clientes nuevos dado que se están volviendo a crear fórmulas magistrales (medicinas preparadas), mismas que los doctores están recomendando a sus pacientes.

Sobre los remedios, señaló que ya no se preparan los remedios para los cruditos que esperaban cada mañana para aliviar la resaca de la noche anterior, pero hay gente que viene a comprar la “friega del deportista”, el alcohol alcanforado, y varias fórmulas magistrales, sin embargo, ya no se hacen todas pues muchas sales ya no se consiguen.

En el lugar, aún se pueden apreciar botellas llenas de sales y sustancias de las cuales la imaginación no alcanza a entender su uso, como masa azul, lactofosina de cal, sulfonax, carbonato de amonio, beleño, arsénico… cientos de botellas transparentes con su respectiva etiqueta y otras, con filigranas en porcelana de una época pasada y elegante.

Pero la botica no permanece en el anonimato, pues muchas son las publicaciones de historia donde es mencionada la Botica Alhóndiga y muchas también las personas de todo tipo que han cruzado las  viejas puertas de hoja doble.

“No hace mucho, la producción de la cinta La Cristiada vino a pedir prestadas botellas y a sacar el modelo de los estantes para hacer una réplica de la botica completa”, comenta María del Socorro.

Finalmente, con tristeza, señaló que sólo de lejos vieron el reconocimiento de las autoridades estatales a empresas con más de 100 años de antigüedad pues a ellos ni convocatoria les llegó.