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Músicos que apuestan por la independencia

EL UNIVERSAL | 18/03/2012 | 8:40

Romper prejuicios relacionados con el desempeño profesional de los intérpretes es la apuesta de la Orquesta de Cámara Idée Fixe, proyecto independiente integrado por 20 músicos mexicanos cuya consigna es “borrar estigmas, como el de que es necesario un director, o grandes figuras internacionales, para sonar bien”, indica en entrevista Miguel Alcántara, uno de los fundadores del ensamble, junto con el violinista Erick Sánchez. 

La agrupación se caracteriza por estar integrada por instrumentistas nacionales y por trabajar sin director, pues según Alcántara dado el repertorio que ejecutan no lo requieren. 

“Es una forma camerística de trabajar la música, es decir, me pongo de acuerdo contigo y hacemos así, sin que venga ‘el jefe’ y nos diga a los dos ‘toquen de tal manera’, dice. 

La figura del director apareció a comienzos del siglo XIX en Europa, según el musicólogo Nicholas Cook, pues durante el siglo XVIII, “uno de los miembros del conjunto (generalmente un violinista) tenía el control global del funcionamiento” de la orquesta, escribe en su libro Music: a very short introduction. 

Sin embargo, expone Alcántara, la necesidad de un director es muchas veces un asunto polémico al interior del trabajo interpretativo. “Para evaluar si lo requerimos tendríamos que conocer su labor”, afirma, y explica que esa tarea consiste en hacer extensiva la idea musical de una obra en particular a los intérpretes. 

Por eso, a diferencia de otras situaciones donde, por cuestiones prácticas, como una sinfonía de Mahler, sí es indispensable (por la gran cantidad de músicos) en Idée Fixe puede prescindirse de director, “no porque sea fácil nuestro repertorio sino porque somos poca gente, escogemos obras que podamos tocar de una manera camerística”, apunta quien se desempeña como violista principal del conjunto. 

Los riesgos de la independencia 

A pesar del gusto que provoca a los integrantes del grupo su particular manera de transmitir la música al público, el violista no duda en manifestar que dar vida a un proyecto de esta naturaleza es “muy complicado”, sobre todo por la cuestión económica y los sueldos que, en este caso, resultan en un “autofinanciamiento”. 

Alcántara señala que sostener a la Orquesta de Cámara Idée Fixe, es muy caro “pues se trata de músicos profesionales, tocan muy bien y cobrarían aún más pero se han hecho solidarios con el proyecto, al igual que nuestros invitados solistas”. Pero está consciente de que los instrumentistas que, por otro lado, son amigos de toda la vida, podrían “cansarse de venir sin tener asegurado un sueldo, aunque por ahora eso no ha sucedido”, dice con optimismo. 

Democracia musical 

Su dinámica de trabajo le ha funcionado muy bien a Idée Fixe, confiesa el egresado de la Escuela Nacional de Música por la UNAM. “A pesar de que pudiera pensarse que no funciona en esto, manejamos un asunto democrático” pues, dice, acuerdan tanto la elección de obras a interpretar como la manera de hacerlo. 

En el país, afirma Alcántara, “hay excelentes músicos que no han tenido la proyección adecuada, y que por circunstancias institucionales no trabajan en una orquesta específica o terminan en el último atril de ella, donde nadie los ve, cuando se trata de músicos maravillosos”. 

Idée Fixe (término musical que significa “Idea fija” por repetirse constantemente en una composición) ofrecerá un concierto hoy a las 18:00 horas, en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario. Tendrá como invitada a la violinista Erika Dobosiewicz. Interpretará:
Concierto para violín y orquesta, “La primavera” de Las cuatro estaciones de Vivaldi; Concierto n° 1 para violín y orquesta BWV 1041 de Bach y La muerte y la doncella de Schubert (orquestación de Mahler).