MÉXICO, D.F.
El Universal | 22/10/2007 |
Una de las prisas por las que había que vender a la empresa es que en estas semanas se dará a conocer los números al 30 de septiembre de Aeroméxico, “yo no dudaría que el capital contable estuviera muy cercano a cero, entonces esa es una de las cosas que le ha de haber preocupado a la gente del IPAB”, aseguró el analista.
Si el IPAB no vendía la empresa ahora, y los resultados de septiembre o inclusive de diciembre fueran que el capital de la empresa se convierte en negativo, te encuentras en una situación de quiebra o de que hubiese tenido que entrar un proceso concursal, con un interventor y eventualmente ver la viabilidad financiera de la empresa.
Hay que considerar que el IPAB, que era el principal accionista y la Secteraría de Hacienda no podían inyectar dinero. Entonces, el IPAB estuvo dispuesto a aceptar la mejor postura hasta la fecha límite de las ofertas de compra de los grupos. “Mucho se aferró a la fecha límite del 16 de octubre (cuando vencía la oferta de Banamex) porque era la que le permitía tener una fecha y un ingreso antes de que se dieran a conocer las cifras de la empresa al 30 de septiembre”. Considerando que la última oferta de los empresarios Saba se alargaba por 20 días más, “colocas en una situación muy incómoda, desde el punto de vista de superviviencia legal a la empresa”.
Desde su punto de vista, el proceso fue interesante e inédito, ya que es el primero que se hace al amparo de la nueva Ley del Mercado de Valores que entró en vigor en junio del 2006.
La empresa se enfrenta a la competencia con las aerolíneas de bajo costo, así como incrementos en costos como es el precio de la turbosina.
El IPAB y la Secretaría de Hacienda habían tratado de vender Aeroméxico, sin embargo, es “una empresa cuya situación financiera va en picada bajo las condiciones actuales”. La empresa tiene pérdidas acumuladas.
En el caso de los empresarios Saba, que se quejaron de que la autoridades aplicaron criterios distintos para ellos y los otros oferentes, comentó: “La Ley del Mercado de Valores es una ley muy proteccionista. (...) En los documentos que yo he leído, parece ser que si se aplicaron (criterios diferentes). El criterio formal es inconsistente, tal como lo marcan los señores Saba. Yo considero que es incorrecto aplicar criterios distintos”. Por otro lado señaló que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores se encuentra con un conflicto de intereses, ya que le interesaba que la operación se concretara. Por su parte, el IPAB, que sabe que en estos días están por presentar los números de Aeroméxico, “tenía que deshacerse de esas acciones a como diera lugar y en el mejor precio”. Considerando que con la última oferta de los Saba ampliaban el plazo 20 días, destacó que entonces se hubiera ido hasta el mes de noviembre la venta de la empresa, para cuando ya se hubieran dado a conocer la cifras financieras. Hay que tomar en cuenta que hay dos leyes más que intervienen: la Ley de Concursos Mercantiles y la antigua Ley de Quiebras, si la empresa deja de ser solvente, cualquier acreedor puede demandar una intervención en la compañía, dificultando el proceso de compra y eventualmente podría ser que se reconsideraran las posturas o que se retiraran los oferentes.
Dado que los oferentes manifestaron su interés e hicieron sus ofertas con la información financiera de junio de 2007, si aparece nueva información en la que se muestra una situación más delicada de la empresa, pueden solicitar revisar su postura.
Covarrubias espera que los nuevos dueños hayan hecho un plan de negocios que les permita fortalecer la imagen de la empresa y sus operaciones para que siga siendo un negocio rentable.