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Orquesta de Minería, el dream team sinfónico

EL UNIVERSAL | 12/02/2012 | 08:35

En el 2009 por primera vez en la historia una orquesta mexicana, su director principal y un solista con presencia frecuente en México, fueron reconocidos con una nominación al Grammy: la Sinfónica de Minería, Carlos Miguel Prieto y el violinista Phillipe Quint.

Además, la agrupación nacida en 1978, dirigida en sus primeras épocas por el maestro Luis Herrera de la Fuente, decano de la música en nuestro país, tiene en su historial una serie de éxitos como la ejecución de la obra integral sinfónica de Gustav Mahler, que la colocan entre las más arriesgadas y con un alto nivel internacional.

El secreto: es una orquesta que sólo se reúne en el verano y que está conformada con los mejores atrilistas del país, que durante el año nutren a algunas de las agrupaciones de México, como la Filarmónica de la UNAM, la Sinfónica Nacional y la Filarmónica de la Ciudad de México. Es el dream team de la música de concierto.

Minería tiene lista la programación de la temporada 2012, además recientemente lanzó una revista especializada en música y está a la espera de que se pongan a la venta los DVD que registran su proeza mahleriana.

En entrevista con EL UNIVIVERSAL, Sergio Vela, consejero artístico de la orquesta dirigida por Carlos Miguel Prieto -con sede en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario-, explica que en 1978 se creó la Academia de Música del Palacio de Minería y su orquesta estival, la Sinfónica de Minería, gracias al impulso de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Desde entonces es una asociación civil cuyo presidente honorario es el rector de la Universidad, José Narro y está patrocinada por una serie de instituciones públicas y privadas.

La fórmula del éxito

En distintas partes del mundo existen orquestas veraniegas como la del Festival de Bayreuth, que elige a los mejores atrilistas disponibles de todas las orquestas en Alemania e incluso de otros países para integrar la orquesta durante un determinado tiempo. “Aunque haya quien objete este criterio de integración porque les parece que es discontinua, es necesario decir que su naturaleza posee una serie de ventajas que abarcan, incluso, lo sicológico:

“Los integrantes encuentran frescura en esta organización y recuerdan su vocación más profunda porque es muy estimulante saber que su trabajo contribuye a un buen resultado y que todos están poniendo lo mejor de sí, es una suma de virtudes”, explica Vela.

Proyecto único

La orquesta tenía en mente programar un ciclo mahleriano para los años 2010 y 2011, que coincidentemente significaban los 150 años de su nacimiento y los 100 de su muerte.

Así, idearon el corpus sinfónico integral de Mahler, que se realizó durante dos temporadas, un proyecto que resultó único en el mundo.

“El antecedente referencial es el ciclo que organizó Eduardo Mata en los años 70, que no fue exhaustivo pero sí amplísimo; así como las programaciones mahlerianas que Enrique Diemecke hizo con la Sinfónica Nacional. Lo que nosotros queríamos era mostrar con exactitud cronológica el corpus sinfónico integral con inclusión de las canciones para orquesta, las distintas versiones retrabajadas por Mahler, entre otras. El reto era enorme”, dice Vela.

La proeza fue grabada en alta definición y está próxima a lanzarse en un estuche de lujo con 12 discos y un libro informativo del contenido. “Nos interesa que haya una buena distribución no sólo por su valor documental sino también porque es algo por lo que debemos sentirnos muy orgullosos”, expresa el ex director del Festival Internacional Cervantino y ex presidente de Conaculta.

El reto, mantener el nivel

Después de las temporadas mahlerianas, Vela afirma tener claro que la calidad de la programación debe mantener un alto nivel, por ello, adelanta, no sólo está listo el ciclo del 2012, sino el del 2013.

“Tuvimos la galantería, la ligereza y la elegancia de Haydn y Mendelssohn en el 2009; luego dos años de densidad mahleriana, ahora decidimos que en el 2012 debíamos hacer una exploración distinta”, comenta.

Sergio Vela agrega: “Vamos a tocar ciertas obras de Debussy, que en este año se conmemoran 150 de su nacimiento. Tendremos obras muy conocidas y algunas muy seductoras”.

En la temporada que contará con la dirección de su titular, así como de los maestros José Areán y León Spierer, Vela resalta la ejecución de la Cuarta Sinfonía de Sibelius, la menos conocida del compositor.

“Es una de las obras más densas y desoladoras de la música sinfónica. Es muy peculiar, está marcada por el signo del pesimismo y la desesperanza, es una pieza bellísima, estrujante y, sobre todo, inquietante. Termina sin esperanza y sin sosiego, de una manera dinámica y súbitamente cesada”, cuenta.

El 2012 también será una oportunidad para rendir tributo a uno de los mejores violenchelistas de México, Carlos Prieto, en el 75 aniversario de su nacimiento.

Además, iniciarán un nuevo proyecto integral, ahora con la sinfonías de Carlos Chávez.

“Entre el 2012 y 2013 pretendemos hacer la grabación integral de las sinfonías de Chávez. Diemecke grabó varias de las sinfonías pero no lo hizo en un ciclo completo, así que el único que tenemos registrado data de los 70 con Eduardo Mata y la Orquesta de Londres, un documento muy valioso pero creemos que es pertinente hacer una grabación reciente con una orquesta mexicana de las seis sinfonías de Chávez y creo que amerita que Minería la grabe”.

El programa de gala que concluye las actividades veraniegas de este año incluirá La Marsellesa de Rouget de Lisle, en una versión reorquestada por Berlioz, y la ejecución completa de Romeo y Julieta, también de Berlioz, con coro y solistas vocales.

La programación del 2013 está práctimente cerrada, brindará un mosaico musical poco centrado en un compositor y buscará una mayor difusión de la música mexicana, e impulsará el estreno mundial de al menos una obra.

La revista

Recientemente la Academia de Música del Palacio de Minería lanzó la revista trimestral “Quodlibet” (una publicación en línea que aparece en el sitio www.quodlibet.org) de contenido musical, dirigida al público conocedor, al aficionado y al que comienza a acercarse a la música de concierto.

El primer número apareció en el verano del 2011, el siguiente en el otoño y actualmente se ofrece la publicación de invierno, en marzo se ofrecerá el ejemplar de primavera, y así sucesivamente.

Además, está en circulación la revista impresa que contiene lo mejor del año en su versión digital, ejemplar que aparecerá sólo cada principio de año.

“Es una revista gratuita, con un diseño muy cuidado del que nos sentimos contentos. Una vez que nos planteamos parámetros de calidad, debemos respertarlos. Una de las maravillas de dedicar una vida al quehacer artístico es que el mejor resultado se logra con un gran esfuerzo de control cualitativo, algo que nos hace muchísima falta en nuestra vida contemporánea”, cierra.