La Conasami acordó otorgar un alza para las tres áreas geográficas de 4.2%, a partir del 1 de enero de 2012.
El Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) acordó otorgar un alza para las tres áreas geográficas de 4.2%, a partir del 1 de enero de 2012, lo que representa poco más de dos pesos.
Para 2011 se otorgó un aumento de 4.1%, que entonces significó un peso con 80 centavos.
Los dirigentes de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Isaías González Cuevas; de la Confederación Obrera Revolucionaria (COR), Reyes Soberanes, así como el Centro de Información y Asesoría Sindical (Cilas) y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), coincidieron en que es insuficiente el incremento, pues no alcanza “ni para comprar un boleto del Metro o un huevo”. Lo que demandaban estas organizaciones era un ajuste de por lo menos 10%.
Con la determinación de los integrantes del citado Consejo tripartita de Representantes de la Conasami, el salario para la zona geográfica “A” pasa de 59.82 pesos diarios a 62.33; para la “B” pasa de 58.13 pesos a 60.57 y para la “C” de 56.70 pesos diarios a 59.08 pesos.
El Consejo de Representantes acordó mantener para 2012 la actual integración municipal de las áreas geográficas para los salarios mínimos.
En cuanto a la Lista de Profesiones, oficios y trabajos especiales a los que se les fija un salario mínimo profesional, el Consejo de Representantes acordó suprimir de la Lista de profesiones, oficios y trabajos especiales, para 2012 y en lo sucesivo, las ocupaciones de Oficial hornero(a) fundidor(a) de metales y Oficial talabartero(a) en la manufactura y reparación de artículos de piel.
Para el Centro de Información y Asesoría Sindical (Cilas), el incremento de 4.2% en los salarios mínimos, “es una nueva burla para millones de mexicanos puesto que la cifra, equivalente a 2.44 pesos, está por debajo del aumento del costo de la vida”. Este aumento, sostuvo, es insuficiente y lo único que hace es garantizar un incremento en el número de pobres y ratifica que al gobierno y los empresarios lo último que le importa son los trabajadores.
Las organizaciones sindicales y el Cilas coincidieron en que el incremento es insuficiente para pagar siquiera un viaje en transporte público o un pan, condena a los trabajadores y sus familias a pagar, de nueva cuenta, los costos de una política económica impuesta por los gobiernos priístas hace 30 años y llevada hasta sus últimas consecuencias por el panismo y cuya columna vertebral es defender a los más poderosos.
“Mientras a los empresarios se les dan estímulos y apoyos fiscales y se les rescata, a millones que viven de su trabajo se les obliga a pagar los costos de una crisis continuada”, dijo el Cilas.