Durante la larga jornada del festival Rock in Río no sólo se puede disfrutar de una potente dosis de música.
Durante la larga jornada del festival Rock in Río no sólo se puede disfrutar de una potente dosis de música, entre las calles de Río de Janeiro, en la ciudad carioca los caballeros también se pueden encontrar a la monumental Andressa Soares, la mujer con el trasero más grande de todo Brasil.
Desde pequeña, esta belleza amazónica provocaba infartos a sus alrededores: “mis amigos y familiares siempre se decían entre sí, ‘wow!, mira las medidas de esta pequeña’. Con estas palabras crecí” , sostiene Soares en varias entrevistas difundidas a través del internet.
Y es que con tanto movimiento musical en el festival que se celebró la semana pasada en Río, muchos podrían pensar que sólo la oferta de este cartel era lo más llamativo del momento pero por fortuna hay más distracciones como el show nocturno de Andressa, mejor conocida como “La mujer sandía” por el tamaño de su derriére.
“Cuando trabajé como conductora de televisión me llegaba siempre la misma oferta por parte del público que me pedía vivir del cuerpo y sobre todo de mi trasero. Me tomé muy en serio la recomendación y desde entonces es lo que hago todos los días, cuidar mis glúteos como el mayor de mis tesoros”.
En un video difundido por el portal Vice.com (The biggest ass in Brazil), Soares presume sus visitas diarias a un spa en dónde le dan masajes a su “fenomenal abundancia ” -como define la revista Sex a sus prominentes glúteos.
“Alguna vez pregunté por qué me pusieron La Mujer Sandía y me respondieron que por ser grande y escultural. Nina, mi masajista debe cuidar todo el tiempo mi trasero porque no es lo mismo tener una talla pequeña a una gigante XXL que va de los 110 a los 121 centímetros”, detalla.
La también locutora de radio ha aparecido en la revista Playboy, acepta que lo suyo es sacudir las caderas en sus presentaciones nocturnas al lado de dos bailarinas que hacen lo mismo mientras ella canta. Otra virtud que le levanta el ánimo es comprobar que todos los hombres la voltean a ver.