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Plano Informativo | 15/09/2011 |
Era el 19 de septiembre de 1985, una de las ciudades más grandes del mundo se despertaba como cualquier otro día. Los autos comenzaban a transitar por las majestuosas avenidas de la ciudad de los palacios. La radio y la televisión comenzaban sus transmisiones.
Lourdes Guerrero transmitía su programa matutino “Hoy Mismo”, junto a María Victoria Llamas y Juan Dosal.
El reloj marcó las 7:19 de la mañana. Ocurre un sismo de 8,1 grados Richter en México, su epicentro se localizó en Guerrero y Michoacán, pero los peores daños fueron en la capital del país.
El terremoto causó la muerte de miles de civiles y destruyó un sinnúmero de construcciones. Los servicios informativos del país tardaron horas en retomar sus emisiones. Del mismo modo, la infraestructura del servicio telefónico sufrió importantes daños dejando a muchas personas de la ciudad prácticamente incomunicadas.
El gobierno arrojó una cifra de alrededor de 7 y 8 mil personas muertas, sin embargo, gracias a diversas fuentes, algunos años después se calculó que incluso la cifra podía elevarse a los 38 mil fallecidos.
Ante la magnitud de la tragedia, la sociedad civil desplegó acciones de auxilio en favor de los damnificados de la ciudad de México, tomando la situación en sus manos ante la impotencia de las autoridades para resolver los problemas más urgentes.
Este suceso fue sin duda el detonador para el desarrollo de un sistema de protección civil.
Es así, como surge una organización que ha puesto en alto el nombre de México: “Los Topos”, organismo que hoy a la fecha se dedica al rescate de vidas humanas ante el embate de catástrofes naturales.
En este ánimo de apoyo solidario, el estado de San Luis Potosí se sumó al esfuerzo nacional a través de campañas de recolección de víveres y suministros necesarios para los damnificados del cataclismo natural.
Aquel día de 1985 la vida quedó marcada por la tragedia, pero también por la solidaridad y el patriotismo de su gente.
