La persecución de la que ha sido objeto Edson Rivera, es una constante en contra de los futbolistas que buscan emigrar al viejo continente. Amenazas de no ser convocados nunca más a la selección mexicana y la aplicación del "Pacto de Caballeros", suelen ser las medidas que toman los federativos cuando un jugador firma con algún club extrajero sin la anuencia del equipo de origen.
Gerardo Torrado fue de los primeros que sufrió en carne propia los castigos. Después de estar tres años con los Pumas de la Universidad, surgió la oportunidad de contratarse con el Tenerife de España. Ante la negativa de los felinos, decidió aventurarse sin su consentimiento, lo que estuvo a punto de costarle caro porque los mandos universitarios no querían entregarle el pase internacional. Tras semanas de negociaciones, fue hasta que el cuadro ibérico pagó una parte de los derechos de formación, que el mediocampista pudo consolidar su sueño.
También fue complicado para Aarón Galindo dejar México. Después de que cumplió con el año de suspensión que le impuso la Agencia Mundial Antidopaje por dar positivo en un control antidoping, el defensa decidió buscar suerte en el Hércules de España sin el permiso de Cruz Azul. Mucho se le criticó, pero al final pudo jugar con el conjunto de Alicante.
Uno de los casos más sonados fue el de Omar Bravo . El atacante buscó una posibilidad en el Deportivo La Coruña sin el permiso de Guadalajara. Después de algunos meses, y sin cumplir con las expectativas, la directiva del Depor intentó venderlo en el Régimen de Transfrencias sin éxito, ya que, aunque hubo clubes interesados, ninguno se atrevió a levantar la mano para no violar el "Pacto de Caballeros". Al final, vistió la casaca de Tigres y regresó a Chivas antes de incorporarse con el Kansas City de la MLS.
En la última parte de su carrera, Antonio de Nigris intentó regresar al balompié mexicano, pero Monterrey se lo impidió. Después de jugar con Pumas, pasó por el Shandong Luneng de China, Santos de Brasil, así como Gaziantepspor, Ankarespor y Ankaragücü de Turquía y Larisa de Grecia antes de perder la vida. Nunca más pudo retornar.
Efraín Juárez se aventuró en Europa luego de que formó parte del equipo campeón Sub 17 que se coronó en Perú. Se integró al Barcelona B sin éxito. Pasó por el Everton, y buscó un lugar en Suiza, Grecia, y finalmente con el Barbate de la segunda División de Andalucía de la Liga Española. Tras muchos intentos, regresó a Pumas. Junto con Juárez, también lo intentó Jorge Hernández, pero tampoco logró trascender.
Uno de los últimos casos fue el de Carlos Vela. Al igual que Juárez, la Copa del Mundo que consiguieron con Jesús Ramírez en Perú, lo catapultó para que buscara una oportunidad en otro país, sin el permiso de Guadalajara, que se tuvo que conformar sólo con recibir una parte de los derechos de formación. El ariete no ha tenido regularidad, al grado de que ya tiene cinco equipos desde que dejó al Rebaño: Arsenal, Salamanca, Osasuna, West Bromwich y Real Sociedad.
Ahora, Edson Rivera está en el ojo del huracán porque decidió buscar una oportunidad en el Braga de Portugal, y desechó la posibilidad de firmar con el Atlas que le ofrecía 12 mil pesos mensuales y un contrato por tres años.
