Cada día de la semana laboral me levanto a las 4:50 de la mañana, me preparo para irme a mi centro de trabajo que se localiza en Palacio Municipal (en el centro histórico de San Luis Potosí); Mi hora de entrada es a las 6:00 am por lo que salgo de la casa 10 minutos antes.
El traslado en auto es cómodo. Los puntos de llegada al primer cuadro de la ciudad son diferentes cada día y son: la Plaza del Carmen, la Plaza de los Fundadores, Álvaro Obregón e Hidalgo, la calle de Bolívar y Carranza, y las nueve esquinas (Julián de los Reyes y Damián Carmona).
Desde los puntos de llegada hasta el Palacio Municipal, camino por las calles y plazas a un paso suave, sin prisas, disfrutando la madrugada tranquila y silenciosa, admirando los edificios arquitectónicos cuya belleza resaltan con la excelente iluminación de los candiles.
Cada día y dependiendo del punto de llegada, no falta oportunidad de admirar desde la Plaza de Armas las solitarias calles de Madero, Zaragoza, Hidalgo, Manuel José Othón y Carranza. De forma esporádica, la nostalgia se hace presente por los recuerdos de aquellos divertidos momentos vividos con la familia, con los amigos, con los compañeros de escuela o con la novia en algunas de las calles y plazas del centro histórico. Qué seguridad, qué tranquilidad se respira, no hay temor.
Querido lector, lamento escribir que todo lo anterior son los recuerdos sobre el centro histórico de principios del siglo XXI , concretamente de los años 2001 y 2002, años en los que tenia la responsabilidad de entrar a laborar desde las 6:00 AM. Es la nostalgia sobre ese pasado que llegó al estar sentando en una banca de la Plaza de los Fundadores, tomando un frapuccino de conocido café de la calle de Zaragoza y no es en la madrugada son las 9:30 hrs. Me encuentro en el centro histórico cuyas calles ya han sido manchadas por la sangre que han derramado las balas de los criminales; estoy en el primer cuadro de la ciudad donde la gente camina con temores, con psicosis, Esa es la cruda realidad y duele ver que la seguridad sobre la que estuve escribiendo en las líneas anteriores, ya no existe.
Sin embargo, debemos de buscar que los acontecimientos actuales no sean obstáculos para disfrutar de las calles y la arquitectura de los edificios del centro histórico. Invito a los amables lectores de www.planoinformativo.com <http://www.planoinformativo.com/> a que cuando tengan oportunidad acudan con su familia o amigos a pasear por el primer cuadro de la ciudad y admirar su belleza, y pensando de manera positiva en el sentido de que no se encontraran con situaciones del fenómeno que es nuestra pesadilla, la inseguridad.