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Edificio Ipiña se convertiría en Sanborns

Paulina Bárcenas
Plano Informativo | 26/03/2011 |

El edificio Ipiña podría convertirse a mediados de 2012 en hotel y sede de una más de las sucursales de restaurantes Sanborns, según lo planeado por Grupo Carso en caso de que sus actuales dueños accedan a venderlo.

De acuerdo al departamento de relaciones públicas del corporativo empresarial, de llegarse a concretar la acción de compra- venta de este inmueble representativo de la ciudad, un restaurante sería la opción para la planta baja, mientras que en los dos pisos superiores el proyecto más interesante sería un hotel.

Grupo Carso admitió un particular interés por el edificio colonial, sin embargo no quiso ventilar si en efecto actualmente se encuentre en negociaciones con los dueños de la propiedad.

Aunque la intención de adquirir el inmueble ha sido constante por parte de grupo Carso - desde el 2000 se han registrado 4 intentos- lo cierto es que las negociaciones no ha prosperado debido al desacuerdo de sus actuales dueños.

El deseo de tener el edificio  e invertir en el centro histórico de  San Luis se reavivó al anunciarse el apoyo del líder de Grupo Carso, Carlos Slim Helú, en la restauración del mismo.

La participación del hombre más rico del mundo en la restauración y mejoramiento de legados coloniales no es nueva: su complejo empresarial ha  participado activamente en los cambios que hoy lucen los centros históricos de Aguascalientes, Morelia, Cuernavaca y la Ciudad de México, por citar algunos. En casi todos estos sitios hay restaurantes Sanborns en edificios históricos.

De concretarse por fin su compra-venta, el  destino que podría tomar el inmueble no sería distinto a la intención con la cual fue edificado; este proyecto estuvo inspirado por las edificaciones de la Rue Rivoli de París, cuyas plantas bajas albergan comercios y cafés y los segundos pisos departamentos.

El inmueble que data de 1912 y que fuera edificado por el ingeniero Octaviano Cabrera a petición de su suegro José Encarnación Ipiña, podría ser restaurado por Ostar,  ala de Carso encargada del sector hotelero.

Aunque sus hoteles son pocos, estos se caracterizan por contar con infraestructuras muy especiales. Uno de ellos se encuentra en una hacienda colonial y otro más en uno de los edificios más antiguos de la Ciudad de México.

Desde que su construcción -la cual no fue concluida al 100 por ciento debido a la Revolución-  el edificio Ipiña ha albergado diferentes comercios en la planta baja, mientras que en el primer piso habitaban sus dueños. No se sabe con exactitud cuando comenzó a alojar solamente comercios. 

De acuerdo al arquitecto Miguel Iwuadare,  miembro en México del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos, este edificio no está catalogado como monumento histórico desde el 2004 a solicitud de sus dueños actuales quienes buscaban hacer remodelaciones. Aunque la demanda procedió,  el inmueble sigue protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lo que impide su modificación.

Iwuadare señala que sea cual sea el destino que se le de al edificio Ipiña una cosa debe garantizarse: su restauración y el respeto a su esencia.

Económicamente no se sabe el valor del inmueble, sin embargo su valor histórico resulta incalculable, pues hasta es escenario de leyendas potosinas.

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