EL UNIVERSAL | 08/03/2011 |
Cansado por el desgaste de las quimioterapias y sumamente demacrado, Carlos Cazares Ocaña, alias “El Charly”, afirma estar resuelto a enfrentar una nueva prueba que “Dios le puso en el camino”.
El gerente del Bar Bar, luego de haber estado preso cerca de un año en el Reclusorio Sur, ahora tendrá que librar una lucha contra un cáncer que no fue detectado a tiempo y se agravó luego de un mal diagnóstico realizado por personal médico de ese penal.
“Es una batalla más a consecuencia de todo lo que yo sufrí este año en prisión. Dentro del reclusorio se me desarrolló un tumor en el testículo y yo asistí al servicio médico y me diagnosticaron una hernia inguinal”, explica.
“El Charly” fue encarcelado en enero de 2010, responsabilizándolo de complicidad con José Jorge Balderas Garza alias “El JJ” quien agredió de un disparo en la cabeza al futbolista Salvador Cabañas, en el área de sanitarios.
Ante falta de pruebas y por la decisión de un juez federal, fue liberado el 5 de febrero.
Ahora, postrado en su cama del cuarto 1327 del Hospital Los Ángeles Metropolitano, poco antes de salir del nosocomio hacia su casa, “El Charly”, relata: “Con esa tranquilidad de que era una enfermedad no tan grave, espero a mi salida y ya en los estudios en la calle resulta que tengo cáncer que se diseminó por algunas partes del cuerpo como en el área peritonal y en los pulmones”.
En entrevista con EL UNIVERSAL afirma que es una batalla que apenas empieza y que no se dará por vencido, pese a la decepción que siente por la negligencia y la falta de apoyo de la autoridad para con quienes están recluidos.
Señala como responsables de todo a las autoridades capitalinas, primero por pasar un año, según él, injustamente; y luego, porque en la penitenciaría el servicio médico es negligente y oneroso.
“Para que tú recibas un servicio médico, te tardan días o meses; después que yo acudí por primera vez al servicio médico, me tardaron un mes para un ultrasonido. Se perdió algo de tiempo y se diseminó el cáncer”, recalca.
Simón Charaf, dueño del Bar Bar, dice que es lamentable la situación de Carlos Cazares que está sufriendo a causa de una mala atención médica y un mal diagnóstico.