Algo pocas veces visto ocurre en el PRD: las tribus se han alineado, se han puesto de acuerdo, y con la gobernadora Amalia García al frente, portando antorchas encendidas, se preparan para llevar a la pira a Ricardo Monreal Ávila. El senador que inventó al PRD en Zacatecas y que le dio a ese partido la primera gubernatura de su historia, es acusado ahora de ser "el único responsable" de la catástrofe electoral del perredismo en los comicios del domingo pasado.
A la luz de la pira que empieza en el PRD, Leonel Cota se dice asustado y sorprendido de que la familia Monreal haya acaparado cargos públicos en Zacatecas y que el senador y sus hermanos se hereden alcaldías y posiciones legislativas. Todo eso pasaba desde hace años, y antes nunca incomodó ni les pareció cuestionable a Cota ni a los perredistas.
La repulsión que ahora le produce al dirigente nacional del PRD el nepotismo de los Monreal en Zacatecas le pareció "natural" cuando él dejó en Baja California Sur, como su sucesor en la gubernatura, a su primo Narciso Agúndez Montaño. O cuando su hermano, Juventino Cota Montaño, fue nombrado coordinador de asesores de su primo. O cuando, siendo gobernador, Cota impulsó a su hermana, Rosa Delia Cota Montaño, para que dejara las filas del perredismo y se postulara como diputada federal por el PT. Hoy, el mismo Leonel apoya a Rosa Delia para que sea candidata a la alcaldía de La Paz, nuevamente por el PRD. ¿Ahí no hubo traiciones, no hay nepotismos?
Quince días antes de la elección en Zacatecas, tal vez porque ya sabía que lo convertirían en el chivo, Monreal envió una carta a ocho dirigentes del FAP. Leonel Cota, Alberto Anaya, Luis Maldonado, Andrés Manuel López Obrador, Amalia García, Carlos Navarrete y Carlos Sotelo recibieron la misiva del senador en la que les decía que no haber integrado un frente había dividido el voto de izquierda en el electorado local, y abrió la puerta al crecimiento del PAN y del PRI.
"De acuerdo con las últimas encuestas -les decía- el PAN puede ganar Zacatecas y el PT puede ganar Fresnillo". En la carta, Monreal proponía también una alianza de facto, para que mediante una encuesta, consensuada por las partes, se determinara qué candidato del PRD o PT iba en primer lugar, y el que saliera en segundo lugar declinara y se sumara públicamente al primero. Ganada la elección constitucional, el candidato ganador designaría a los funcionarios nones, mientras el que declinara, podría proponer a los funcionarios pares.
La propuesta fue analizada por el CEN perredista, pero en Zacatecas, la gobernadora Amalia García y el presidente del PRD estatal, Felipe Álvarez, dijeron que ellos tenían "otras encuestas" donde el PRD salía arriba y que ganaría sin problemas los 10 municipios más importantes, incluidos Fresnillo y la capital, "porque la marca PRD está muy bien posicionada y se verá en la elección".
Todo eso poco le valdrá a Monreal en la pira que le preparan. Amalia García no va a aceptar que, junto con la división perredista, las derrotas del PRD representan también un voto de castigo a sus primeros tres años de su administración. Porque entre la elección del 2004, cuando ganó Amalia, y la del pasado domingo, el PRD perdió 75 mil votos, los mismos exactamente que ganó el PT.
Si lo expulsan, Monreal podría apelar ante el Tribunal Electoral Federal argumentando la violación de sus derechos como militante, con posibilidades de ganar el juicio. En estos momentos el senador anda en Praga, en un foro sobre gobernabilidad de la ONU, y aunque piensa defenderse en el proceso que le han iniciado en su partido, lo más curioso de todo es que todo podría acabar como una parábola bíblica. Un grupo del PRI de Zacatecas ya le ofreció a Monreal que si lo expulsan del PRD ellos lo aceptarían de regreso en su viejo partido. Y si el senador regresa como el hijo pródigo al partido en el que se formó como político, entre sus 75 mil votos y el avance que logró el PRI en los comicios, se estaría abriendo la posibilidad de que en 2010, cuando se renueve la gubernatura, el viejo partido reconquiste Zacatecas.