En 2025, mediante el impulso de decretos y declaratorias, la recuperación de bienes culturales, la organización de exposiciones de carácter nacional e internacional, investigaciones interdisciplinarias y proyectos de conservación, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) garantizó la salvaguardia de la memoria e identidad mexicana.
A 86 años de su creación, el INAH, órgano de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, reafirmó su vocación con la protección de los sitios patrimoniales que resguarda, como es el caso de los beneficiados con el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
En enero, tras dos años de diálogo fructífero y trabajo coordinado entre la institución y autoridades ejidales, Ichkabal, localizada a 40 kilómetros de la cabecera municipal de Bacalar y de la Laguna de los Siete Colores, en Quintana Roo, se convirtió en la 194 zona arqueológica abierta a la visita pública en el país.
En la misma entidad se inauguró la nueva escalinata del Nohoch Mul, basamento piramidal emblemático de la Zona Arqueológica de Cobá. Con dicha acción, después de seis años, se permitió el ascenso y el descenso de la edificación de 42 metros de altura, la más elevada en el norte del área maya.
Asimismo, se dio un paso decisivo para la eventual reapertura de Toniná, en Chiapas, con la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) del decreto que anuncia la declaratoria de utilidad pública para la recuperación de más de nueve hectáreas de un terreno privado, ubicado dentro de la poligonal de esa Zona de Monumentos Arqueológicos.
En seguimiento, el INAH inició cuatro proyectos de salvamento arqueológico que acompañan el desarrollo de la infraestructura en el derecho de vía y áreas complementarias de las nuevas rutas de trenes de pasajeros: AIFA-Pachuca, Ciudad de México-Querétaro, Querétaro-Irapuato y Saltillo-Monterrey-Nuevo Laredo.
También, como parte del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, en los primeros días de 2025 reabrieron las salas del segundo piso del Museo Nacional de Antropología (MNA). Bajo el título: Grandeza y Diversidad Cultural de México, el recinto que el presente año recibió el Premio Princesa de Asturias, ofrece un recorrido innovador con aproximadamente 6,000 piezas arqueológicas, etnográficas y artísticas, representativas de la riqueza de los pueblos originarios y afrodescendientes.
Protección y recuperación del patrimonio
Destaca la doble declaratoria publicada el 6 de junio en el DOF, que reconoció a la ciudad de Zacatecas, en el estado homónimo, y a la localidad de La Antigua, en Veracruz, como Zonas de Monumentos Históricos.
Para el caso de la ciudad minera, tal suceso subsanó un pendiente histórico, toda vez que este reconocimiento era el único que tenía pendiente por alcanzar, si se considera que, en 1993, su casco histórico fue reconocido como Patrimonio Mundial por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y, en 2010, se sumó a otros monumentos y espacios de la entidad dentro del itinerario cultural del Camino Real de Tierra Adentro.
La colaboración de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el INAH fue igualmente decisiva para lograr las inscripciones de la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados a Wirikuta, así como de la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa, en las listas del Patrimonio Mundial y Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de la Unesco.
Con la ruta wixárika, que contempla la protección de 20 sitios sagrados distribuidos en cinco estados de la república, México llegó a 36 inscripciones en la Lista del Patrimonio Mundial y reafirmó su posición como el primer país en América y el séptimo a nivel global con mayor número de bienes reconocidos.
En tanto, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, ponderó la raigambre multigeneracional del viacrucis en los ochos barrios originarios de Iztapalapa, una tradición que reúne a los habitantes de esa alcaldía de la Ciudad de México en una expresión de fe, identidad y cultura.
Otro aspecto sobresaliente fue la cooperación en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, para la restitución del patrimonio cultural mexicano. Las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y de Cultura, a través del INAH, colaboraron para que, en los primeros meses de esta administración, fueran recuperadas más de dos mil piezas arqueológicas.
México dentro y fuera de sus fronteras
Respecto a la divulgación y promoción de nuestra cultura, la 36 Feria Internacional de Antropología e Historia concitó a 183,054 personas que disfrutaron de más 400 actividades en el MNA, entre presentaciones editoriales, talleres, exposiciones, conferencias y actividades artísticas; oferta que tuvo como protagonistas a Tabasco y Costa de Marfil, estado y país invitados de honor.
En dicho marco arribó al MNA la muestra Côte d’Ivoire. Un país, muchas culturas, que a través de una selección de máscaras, figuras, textiles y otros objetos artísticos, narra siglos de historia y establece un puente entre la tradición ancestral y el arte contemporáneo de África y México.
La citada muestra, que permanece vigente hasta enero de 2026, comparte el espacio de la Sala de Exposiciones Temporales, con Belleza eterna a lo largo del río Amarillo: Ornamentos de plata de los siglos XVII-XX en Shanxi, China, montaje recién inaugurado y que reúne 143 piezas que, por primera vez, se exhiben fuera del Museo de Shanxi, dando cuenta de este milenario oficio.
El Museo Nacional de las Culturas del Mundo celebró su 60 aniversario. En la actualidad, presenta la exposición Khuree Tsam: Danza de purificación de los dioses mongoles, del artista Gankhuyag Natsag, además de las muestras fotográficas Tumbas de Xia Occidental: Patrimonio de la Humanidad y De Estambul a Mardin: La mirada de Mauricio Novelo.
Sobre la proyección internacional de México destaca la coorganización del INAH en la magna exposición La mitad del mundo. La mujer en el México indígena, que se presenta en cuatro recintos españoles, con el objetivo de difundir, por medio de 435 piezas arqueológicas y etnográficas, entre las que resaltan el monolito de la Joven Gobernante de Amajac, procedente de Veracruz, y el ajuar de la señora Tz’aka’ab Ajaw, la “Reina Roja” de Palenque, Chiapas, la relevancia de las mujeres originarias de nuestro país, desde tiempos ancestrales hasta la actualidad.
Finalmente, el INAH editó una publicación conmemorativa de su 85 aniversario, Atisbos de futuro, una reflexión sobre la importancia de la memoria colectiva y un llamado a la acción para enfrentar los retos que implica garantizar que el patrimonio cultural mexicano siga siendo una fuente de identidad y conocimiento para las futuras generaciones.