San Luis Potosí, SLP.- La comunidad de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) se encuentra en un momento crítico tras el ataque sexual sufrido por una estudiante a manos de tres compañeros. Este incidente ha puesto de relieve las preocupaciones sobre la seguridad y la prevención de la violencia en el campus, lo que ha llevado a un reforzamiento de las medidas de protección.
Daniela Jonguitud Torres, presidenta de la Federación Universitaria Potosina (FUP), informó que se han establecido controles más rigurosos para el acceso a las instalaciones universitarias. A partir de ahora, se requiere que los estudiantes presenten su credencial para ingresar, mientras que los visitantes deberán identificarse y portar un gafete temporal que deben devolver al salir. Estas acciones buscan limitar el acceso a personas ajenas y mejorar la vigilancia dentro de los campus.
Además, se han intensificado los patrullajes de seguridad municipal en las áreas cercanas a la universidad, especialmente en aquellas con mayor afluencia de estudiantes. Jonguitud destacó que estas medidas son una respuesta inmediata a un suceso que impactó profundamente a la comunidad, evidenciando la necesidad de revisar y reforzar los protocolos de seguridad existentes.
La presidenta de la FUP también expresó que el semestre ha sido particularmente difícil para los consejeros y las representaciones estudiantiles, debido a la preocupación y la indignación que ha generado este evento inesperado. Sin embargo, subrayó que se ha trabajado en estrecha coordinación con la rectoría, manteniendo reuniones para evaluar el progreso y los desafíos en materia de seguridad.
En este contexto, se han creado comités de apoyo que integran a estudiantes y autoridades, con el fin de dar seguimiento a los protocolos de seguridad y atender las inquietudes de la comunidad. Asimismo, se han llevado a cabo foros en diversas facultades donde se han discutido temas de violencia de género, seguridad universitaria y protección de los derechos estudiantiles, generando propuestas desde la propia comunidad.
Jonguitud enfatizó que la mejora de la seguridad no debe enfocarse únicamente en un género, sino en la protección de todos los integrantes de la universidad. Aunque reconoció que las mujeres son más vulnerables a ciertos tipos de violencia, insistió en que la seguridad es un esfuerzo colectivo que debe incluir a todos.
En cuanto al uso de tecnología, la FUP cuenta con un sistema de videovigilancia activo en todas las facultades, que se monitorea de manera continua desde un centro de control en la zona universitaria. A pesar de las preocupaciones sobre la privacidad y los derechos humanos, la presidenta consideró que estas cámaras son esenciales para prevenir y esclarecer incidentes, especialmente en situaciones de riesgo.
Finalmente, algunas medidas, como la instalación de torniquetes de acceso con credenciales electrónicas, se encuentran en fase de planificación. Estas propuestas se están analizando para reforzar la seguridad a mediano plazo. La Federación Universitaria Potosina mantiene un diálogo constante con autoridades y estudiantes, con el objetivo de reconstruir la confianza y asegurar que la universidad sea un entorno seguro para el aprendizaje y la convivencia.