Los apagones no van a dar tregua a Cuba en estas festividades, con prolongados cortes pronosticados por todo el país que van a dejar a oscuras a millones de cubanos durante la cena de Nochebuena y el feriado de Navidad.
El pronóstico de cortes de la estatal Unión Eléctrica (UNE) para esta semana en La Habana resultó un mazazo especialmente en el bloque 1, una de las seis áreas en que está dividida la capital para repartir los apagones.
La distribución de tiempo sin corriente era similar a la del resto de bloques -una previsión de entre ocho y diez horas al día, aunque es habitual que en la práctica sean más-, pero a las decenas de miles de habaneros en ese bloque les va a tocar quedar a oscuras de 9 a 12 de la noche del 24 de diciembre, Nochebuena.
Y La Habana es el territorio que menos sufre los apagones en el país, por su condición de capital, su concentración de infraestructuras económicas y políticas, y -también- porque sus pobladores tienden más rápidamente a la protesta. La situación es notablemente peor en el resto de la isla.
La UNE indicó este domingo que las provincias orientales de Las Tunas y Guantánamo operaban "bajo la máxima capacidad apagable", mientras que en Granma (este) reconoció que el municipio de Cerámica Roja llevaba sin corriente 19 horas y 27 minutos.
En Ciego de Ávila (centro) la UNE escribió en redes sociales que, allá donde se restableciese el servicio, se podría disponer de un estimado de hora y media de corriente, dependiendo en todo caso de las condiciones generales.
Situación crítica
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se encuentra en una situación crítica: uno de sus dos pilares, las centrales termoeléctricas, se averían con frecuencia porque están obsoletas; y el otro, los motores de generación, tienen un déficit crónico de diésel y fueloil por falta de divisas para importarlos.
Este lunes cinco de las 16 unidades de producción termoeléctrica estaban paradas por avería o mantenimientos. Y entre las 8 y las 9 de la mañana dos más salieron del sistema de forma imprevista por fallos técnicos.
Así, según estimaciones de EFE basadas en los escasos datos públicos disponibles, aproximadamente un tercio de la capacidad termoeléctrica instalada en el país está realmente operativa este lunes (una variable que no puede cambiar de forma significativa a corto plazo).
Por otra parte, 95 centrales de generación distribuida (motores) y la central de fuel de Moa (este) no están operando por falta de combustible (diésel y fueloil), mientras que una decena de motores están parados por falta de lubricante.
Es probable además que la situación en este aspecto empeore por la presión militar de EE.UU. sobre la flota fantasma de Venezuela (que, entre otros, surtía a Cuba), y por el descenso de los envíos de combustible desde México.
Infrafinanciación y sanciones
Expertos independientes señalan que esta crisis energética responde a una infrafinanciación crónica del sector, completamente en manos del Estado desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno cubano señala al impacto de las sanciones estadounidenses a esta industria y acusa a Washington de “asfixia energética”.
Varios estudios independientes estiman que serían precisos entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el sistema. El problema es estructural y no hay salida posible a corto o medio plazo, agregan.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, aseguró recientemente que para el próximo año podía esperarse que la crisis energética nacional mejorase tan sólo "ligeramente".
Los prolongados apagones diarios lastran la economía, que se ha contraído un 11 % en los pasados cinco años y este ejercicio cerrará también en negativo.
Atizan asimismo el descontento social en un país sumido en una grave crisis con múltiples facetas y han sido el detonante de las principales protestas de los últimos cinco años en la isla.