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Influenza H3N2: sin riesgo de pandemia

Epidemiólogo Andreu Comas pero con llamado a la prevención responsable

San Luis Potosí, SLP.- Ante la circulación de la variante de influenza A H3N2, subtipo K —erróneamente llamada en redes sociales como “supergripe”—, especialistas en salud pública han descartado cualquier escenario de pandemia, al tratarse de un virus ya conocido y contemplado dentro de las estrategias actuales de vacunación.
 
El epidemiólogo e investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Andreu Comas García, explicó que este subtipo no representa una amenaza nueva, pues forma parte de los virus estacionales que se vigilan cada año. Precisó que la vacuna aplicada en la presente campaña nacional de inmunización incluye protección contra este serotipo, lo que reduce de manera significativa el riesgo de complicaciones graves.
 
No obstante, el especialista aclaró que la presencia de variantes puede influir en la efectividad de la vacuna, ya que la circulación del virus no es homogénea en todos los países. Por ello, el comportamiento de la influenza depende de factores regionales, climáticos y epidemiológicos.
 
Más allá de la vacunación, Comas García insistió en la importancia de evitar la automedicación y acudir a una valoración médica ante la aparición de síntomas respiratorios. Subrayó que la detección temprana, mediante pruebas rápidas o estudios PCR, es clave durante las primeras 48 horas, periodo en el que se puede reducir tanto la gravedad de la enfermedad como su propagación.
 
El llamado fue enfático para los grupos considerados de mayor riesgo, como mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas y adultos mayores, quienes deben priorizar la vacunación. Aunque la inmunización no garantiza una protección absoluta contra la infección, sí disminuye de forma considerable la probabilidad de hospitalización y fallecimientos.
 
Finalmente, el investigador pidió no caer en alarmismos infundados. Recordó que existen tratamientos antivirales efectivos, como el oseltamivir y el zanamivir, los cuales, administrados oportunamente, permiten un adecuado control de la enfermedad. La clave, concluyó, está en la información confiable, la prevención y la atención médica oportuna, no en el pánico colectivo.
 
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