Los Gobiernos de México y Estados Unidos acordaron un calendario específico de obras para sanear el Río Tijuana y frenar la contaminación que por décadas ha afectado a las playas de la frontera norte.
Así lo informó el encargado de despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, quien explicó que se trata de un acuerdo binacional que busca resolver de fondo un problema ambiental que se arrastra desde el siglo pasado y que fue desatendido por Administraciones anteriores.
"Es un acuerdo que se viene trabajando desde hace varios años y que responde a un problema que empezó desde el siglo pasado y que desafortunadamente los Gobiernos del siglo pasado y de los primeros gobiernos de este siglo no hicieron nada al respecto", dijo.
Esta mañana, en conferencia mañanera, el funcionario recordó que durante el sexenio del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador se estableció un proceso binacional para definir las obras que cada país debía realizar, entre ellas la reconstrucción de la planta de tratamiento de San Antonio de los Buenos, considerada una de las piezas centrales para atender la contaminación del cauce del Río Tijuana.
"En el sexenio anterior se empezó la construcción de la planta de tratamiento San Antonio de los Buenos, que era uno de los proyectos más importantes, y ahora lo que hicimos fue establecer un calendario ya muy específico de obras de cada país para llegar a una solución de fondo", señaló.
Detalló que los compromisos del acuerdo establecen que Estados Unidos deberá ampliar para 2027 la planta internacional de tratamiento ubicada en San Diego, mientras que México realizará obras complementarias en torno a la planta de San Antonio de los Buenos para evitar que los desechos sigan descargándose directamente al cauce del río.
"En el caso de nosotros tenemos que hacer una serie de obras en torno a la planta de tratamiento San Antonio de los Buenos que van a permitir que no se sigan tirando desechos directamente al cauce del Río Tijuana", indicó.
Velasco añadió que México también analizará la ampliación futura de esa planta ante el crecimiento de Tijuana, mientras que del lado estadounidense se propuso explorar la instalación de un emisor oceánico que funcione como medida de emergencia.
"Estados Unidos quiere que se explore la instalación de lo que se llama un emisor oceánico, que funciona como una especie de seguro de emergencias, para que si llega a fallar la planta de tratamiento, las aguas se conduzcan mar adentro y no directamente a la playa", explicó.
El encargado de despacho de la SRE subrayó que este año ya se realizaron varias obras relacionadas con el saneamiento del Río Tijuana y calificó el acuerdo como un avance ambiental relevante para la región fronteriza.
"Vamos muy bien y es muy importante para Tijuana, porque la contaminación principal se genera en las playas de la ciudad, así que es un avance ambiental importante", afirmó.