Este año se cumplen 88 años del estreno de Blanca Nieves y los siete enanos, la película que no solo dio origen al primer largometraje animado de Disney, sino que cambió para siempre la historia del cine. Estrenada en 1937, la cinta dirigida por David Hand marcó un antes y un después al demostrar que la animación podía sostener una narrativa larga, emotiva y comercialmente exitosa.
Inspirada en el cuento de los hermanos Grimm, Blanca Nieves introdujo innovaciones técnicas que hoy son estándar en la industria, como el uso avanzado del rotoscopio, fondos detallados y una narrativa musical integrada a la acción. En su momento, muchos dudaron del proyecto, al que incluso llamaron “la locura de Disney”. Sin embargo, el filme fue un éxito rotundo en taquilla y crítica, recuperando su inversión y consolidando a Walt Disney como un visionario.
Más allá de lo técnico, la película dejó una huella cultural imborrable. Personajes como la Reina Malvada y los siete enanos se convirtieron en íconos universales, mientras canciones como Heigh-Ho y Someday My Prince Will Come trascendieron generaciones. Blanca Nieves también sentó las bases del arquetipo de las princesas Disney, influyendo en décadas de historias animadas.
A 88 años de su estreno, Blanca Nieves sigue vigente: se estudia en escuelas de cine, se reestrena en formatos restaurados y continúa inspirando nuevas reinterpretaciones. Su legado no solo vive en la nostalgia, sino en cada historia animada que apuesta por la emoción, la música y la fantasía como lenguajes universales.