Rob Reiner y su hijo Nick Reiner sostuvieron una discusión intensa durante la fiesta de Navidad organizada por Conan O'Brien el pasado sábado, un altercado que fue escuchado por varios invitados y que generó incomodidad entre los asistentes.
De acuerdo con fuentes citadas por TMZ, la confrontación fue lo suficientemente fuerte como para llamar la atención de quienes se encontraban en el lugar.
Luego de la confrontación, el cineasta y su esposa, Michele Singer, abandonaron la celebración, aunque no se ha confirmado si Nick también se retiró del evento.
Nick Reiner, de 32 años, asistió a la reunión con el consentimiento de los anfitriones, luego de que sus padres expresaran preocupación por su estado y decidieran llevarlo para mantenerlo bajo supervisión, informó Rolling Stone.
Durante la fiesta, el joven habría mostrado comportamientos considerados antisociales, como mirar fijamente a otros invitados, lo que incrementó la tensión en el lugar.
En los últimos meses, Michele Singer habría compartido con amigos cercanos su profunda preocupación por la salud mental de su hijo y por sus presuntos problemas de abuso de sustancias, una situación que había provocado un notable desgaste emocional en la familia.
"Lo hemos intentado todo", habría confesado el matrimonio a amigos cercanos, sin encontrar una solución clara.
La discusión ocurrida en la fiesta ha cobrado especial relevancia luego de que, un día después del evento, Rob Reiner y Michele Singer fueran encontrados muertos en su residencia de Los Ángeles, y que Nick Reiner fuera arrestado bajo sospecha de homicidio grave.
El joven permanece detenido sin derecho a fianza, mientras las autoridades continúan con la investigación del caso.
Se iban a ver con Barack y Michelle Obama
Durante una aparición en Jimmy Kimmel Live!, Michelle Obama reveló que ella y el expresidente Barack Obama tenían planes de ver a Rob y Michele la noche del domingo, horas antes de que se diera a conocer la noticia de su muerte.
"Se suponía que íbamos a verlos esa noche y entonces nos dieron la noticia", relató la ex primera dama visiblemente afectada.
Obama aseguró que ambos quedaron devastados al enterarse del asesinato de quienes consideraban amigos desde hacía "muchos, muchos años".
"Rob y Michele Reiner eran de las personas más decentes y valientes que uno podía conocer", afirmó, rechazando cualquier calificativo negativo hacia el cineasta. "No estaban trastornados ni locos. Eran personas apasionadas, dispuestas a actuar por aquello en lo que creían, y profundamente comprometidas con su familia".