Las pequeñas y medianas empresas mexicanas enfrentarán en 2026 un panorama fiscal más estricto, con nuevas cargas administrativas, incrementos en sanciones y mayores costos operativos.
Especialistas advierten que, aunque las reformas buscan fortalecer la recaudación y combatir la evasión, el impacto recaerá principalmente en los negocios de menor tamaño, que ya operan con márgenes reducidos.
De acuerdo con el contador público Alberto Tapia Reynoso, asesor financiero de la Cámara de Comercio de Guadalajara, las reformas aprobadas incrementan la presión fiscal y amplían las herramientas de supervisión del SAT.
Entre los puntos más sensibles para los pequeños negocios destaca el aumento en recargos por pagos extemporáneos, que crecerán hasta el equivalente anual del 26 por ciento.
A la par, la autoridad podrá realizar visitas domiciliarias expeditas para detectar comprobantes falsos y suspender temporalmente la emisión de CFDI.
Además, se endurecen las consecuencias penales por utilizar facturas simuladas, ahora con penas de dos a nueve años de prisión para quienes den efectos fiscales a esos comprobantes. También aumentan tasas en rubros específicos, como bebidas saborizadas, tabacos, videojuegos violentos y apuestas.
Las pymes, que integran la mayor parte del tejido productivo, enfrentarán estos cambios en medio de un entorno económico con bajo crecimiento y un aumento en los costos laborales.
Antonio Sánchez Sierra, coordinador del doctorado en estudios fiscales del CUCEA de la Universidad de Guadalajara, señaló que el incremento al salario mínimo también presionará los precios y los márgenes de operación.
El académico subrayó que, en este contexto, los pequeños negocios deben prepararse con anticipación, buscar asesoría fiscal actualizada y priorizar decisiones que les permitan sostener empleo, cumplir obligaciones y mantener flujo de ventas. De no hacerlo, advierte, el riesgo para su estabilidad podría aumentar a lo largo del próximo año.
Con un paquete fiscal que apuesta por una recaudación mayor mediante vigilancia intensiva, recargos y nuevas obligaciones para plataformas digitales, el 2026 exigirá a los negocios mexicanos revisar procesos, costos y cumplimiento. Para las pymes, la pregunta no es si habrá cambios, sino si están listas para enfrentarlos.