Más allá de su carrera como actor, Gabriel Soto se dedica de lleno a su rol de padre y tiene la misión de impulsar el talento de los jóvenes a través del deporte.
Para el actor, de 50 años, la educación es un pilar fundamental en las vidas de sus hijas, Elisa y Miranda, a quienes tuvo con su ex esposa Geraldine Bazán, ya que así pueden crecer con valores y principios sólidos.
"Uno de los valores que les inculcamos es el de ayudar. Las educamos y predicamos con el ejemplo. No porque sean mis hijas, pero la verdad es que son dos niñas emocionalmente muy inteligentes y nobles.
"Tanto su mamá como yo tratamos de hacer esa labor. Somos papás de dos niñas, vamos a hacer equipo y vamos a estar unidos para siempre por el bienestar de ellas", dijo Soto, en entrevista.
El boxeo también figura en su vida familiar, pues sus hijas se han influenciado por ese deporte a través de su amistad con Mariana "La Barby" Juárez y la fundación de Soto: No Tires la Toalla.
"Mi hija Miranda se hizo muy amiga de 'La Barby' Juárez. Ahora ella está como analista de Box Televisa, he estado yendo con algunos de mis peleadores a varias funciones y mis hijas me han acompañado", comentó.
Además de la conexión especial con sus hijas, el boxeo le ha dado la oportunidad de impactar positivamente en la vida de muchos niños y jóvenes.
"Me gusta mucho ayudar a través del deporte, por eso abrí una fundación, para poder promover y ayudar a los niños y niñas que quieren practicarlo y creo que el boxeo hace un cambio muy importante en sus vidas", aseguró.
Por medio de los programas y clínicas que ofrece su fundación, Soto fomenta la resiliencia y el trabajo en equipo para enseñarles a los jóvenes que, aunque la vida las ponga retos, siempre pueden levantarse y seguir adelante.