Ellos, los inocentes, los puros de corazón, perciben tu malestar, huelen tu dolor y participan en tu sufrimiento. Tienen sus sentidos muy abiertos y agudos, su telepatía está al cien por ciento y su sensibilidad maestra a flor de piel. Los peluditos, los que vuelan, los que reptan, los de cuatro patitas, los que nadan, ellos, los de otras especies, somatizan aquellos conflictos no resueltos en el sistema familiar.
De nada sirve sentirse culpable, cuando te das cuenta de que a tu perrito le sale un tumor, padece de alguna dolencia de la piel, o expresa un nerviosismo sin límite cuando tú tienes ansiedad, lo mejor es activamente resolverlo de raíz en ti. En constelaciones familiares le llamamos lealtad, pero no una que se refiere a ser honesto(a) justo(a) y honorable con otra persona amada o estimada, sino que ésta, es una lealtad que proviene de un amor ciego, de uno que es tan álmico que tiene que ver con una toma de decisión de ser mejor Él o Ella quien padezcan el sufrimiento: Cuando constelamos decimos “Yo en vez de ti”.
En nuestra especie funciona así: si un niño(a) ve que su Madre está deprimida y mira hacia la muerte, entonces ese pequeño puede desarrollar una enfermedad autoinmune que haga que su Mamá se quede en la vida. “Yo en vez de ti.” Se trata de un amor infantil y ciego, no de uno adulto y conciente. Y no solo los niños(as) lo hacen.
Los adultos cargamos con lealtades inconscientes todo el tiempo. Podemos tomar decisiones inconscientes de pagar por actos que cometieron los ancestros, no permitirnos ser felices, ser padres, tener dinero, disfrutar de una pareja amorosa, viajar o cualquier otro asunto bello, bueno y verdadero de esta vida, todo por una lealtad hacia ancestros que sufrieron, que no tuvieron o que padecieron.
Y con nuestra familia de otras especies sucede lo mismo. Lo he visto una y otra vez en mi consulta terapéutica, cuando me llevan a los perritos, gatitos, cerditos, aves malheridas o cualquier otra persona no humana a consulta terapéutica y de sanación. Después de trabajar en su armonización energética y al indagar en el origen de la enfermedad o malestar a partir de la biodescodificación, hay algo que le digo a los humanos al cuidado de estos maravillosos seres. ¿Estás dispuesto(a) a trabajar profundamente en ti? Porque generalmente las enfermedades de ellos, están relacionadas a algún conflicto interno que tendrás que resolver.
Afortunadamente en la mayoría de los casos, por un amor muy profundo a sus familiares de otras especies, las personas humanas deciden hacerlo, toman la firme decisión de enfrentarse a su sombra e integrarla y de esta manera liberan a sus pequeños o en algunos casos grandes familiares de otras especies, como por ejemplo caballos o las preciosas vacas.
¿Te has dado cuenta de que cuando lloras, tu perro corre de inmediato a enjuagarte las lágrimas? ¿De qué cuando tú estás feliz, ellos festejan? ¿De qué cuando estás enojado(a) ellos también lo expresan?
Estamos hablando de la energía emocional, pero también existen otras energías que moran en el inconsciente, a la cual nuestros hermanos de otras especies tienen acceso y ponen en escena. En una ocasión una perrita de mirada muy triste llegó a la consulta, se veía que tenía un dolor profundo, no solo en el cuerpo. Al hablar con su humana, nosdimos cuenta de que los tumores cancerígenos que invadían el aparato reproductor de su perrita ponían en escena el inmenso enojo que ella profesaba a su pareja anterior quien la maltrató hasta lo indecible y guardaba una rabia profunda que no había podido expresar.
Otro caso fue el de una bellísima yegua dorada que no convivía con la manada, tenía la mirada perdida y se aislaba constantemente. Nos dimos cuenta de que su humana al cuidado, cargaba con un tema de excluidos, es decir, guardaba en su alma, el dolor de su madre por haber sido apartada del clan por tomar decisiones diferentes a las esperadas y cuando se hizo la constelación, en este caso, la joven se liberó del dolor de su madre y su bella yegua pudo tomar la vida nuevamente y volver a brillar en su mirada.
En dos ocasiones a un par de personas les encontraron piedras en los riñones y en ambos casos habían sucedido anteriormente decesos, un perro y una gatita, murieron de enfermedades agudas en los riñones. Hay muchas historias más, pero estos renglones son para experimentar una toma de conciencia, sin miedo, ni culpa.
Hay que mirar a los ojos a nuestros compañeros de otras especies y decirles: “Mi amor, bastante haces con tu hermosa existencia en mi vida, con tu bella energía y tu amor puro e incondicional. Yo me hago cargo de lo mío, te libero de mis asuntos no resueltos.” Y el siguiente paso es cumplir esa promesa. ¿Cómo?
Mirando hacia adentro, en terapia, meditando o de cualquier forma en la que des solución a tus asuntos no resueltos y realices un bello proceso interior, en dónde las tomas de conciencia son luminosas y la somatización quede fuera de tu vida en el mejor de los casos.
Deseo de corazón, plenitud, vitalidad, salud y una vida conciente en amor puro con tu familia de otras especies. Porque si eres uno(a) de los afortunados(as) que ha sido amado(a) por uno de ellos, sabes que esta experiencia es inefable e infinita, que ellos(as) te abren el corazón y con su ternura te dirigen la conciencia hacia un cielo precioso que no es de este mundo. Gracias por caminar juntos.
Tu terapeuta.
Claudia Guadalupe Martínez Jasso.