San Luis Potosí, SLP.- La mañana del 12 de diciembre amaneció distinta en San Luis Potosí. Desde las primeras horas, la Calzada de Guadalupe se transformó en un corredor vibrante donde la fe, el comercio y la alegría popular caminaron de la mano. Miles de potosinos acudieron al Santuario de Guadalupe para celebrar a la Virgen Morena, en una de las tradiciones más arraigadas y coloridas del estado.
El aroma a tamales, buñuelos y chocolate caliente se mezcló con los cantos de los peregrinos y el eco de las mañanitas que no dejaron de sonar. Los comerciantes colocaron sus puestos a lo largo de toda la calzada, formando un mosaico de sabores y colores que por momentos parecía una gran kermés comunitaria.
“Este día es una bendición, porque además de venir a agradecer, la gente siempre se lleva algo de comer o un recuerdito. Nuestras ventas suben hasta un 35% en solo un día”, comentó don Javier, quien desde hace 14 años instala su negocio de antojitos en esta misma fecha.
De acuerdo con la corporación de seguridad, el mayor número de visitantes se registra a partir de la tarde y durante la noche, cuando las familias, peregrinaciones y grupos de fe acuden al santuario para participar en los distintos horarios de misas y actividades religiosas, lo que refuerza el ambiente de fiesta y movimiento permanente.
La afluencia fue constante. Familias completas, personas llamadas Guadalupe que acudieron a dar gracias, grupos de danzantes y peregrinaciones provenientes de distintos puntos de la ciudad llenaron cada rincón. Tras la misa, muchos se quedaron a desayunar o simplemente a recorrer la calzada entre globos, juguetes y artesanías que llenaban el ambiente de un tono festivo.
“Nos preparamos desde días antes porque sabemos que hoy es cuando mejor nos va. Es bonito ver que la tradición sigue viva y que la gente viene con tanta fe y tanta alegría”, señaló Karina, vendedora de dulces típicos.
Para los comerciantes, este día representa más que una jornada de ventas, -es la oportunidad de convivir con quienes llegan movidos por la devoción y la esperanza.- Muchos de ellos colocan sus puestos en distintos puntos de la capital durante el año, pero coinciden en que el 12 de diciembre es especial, porque la llegada masiva de creyentes al Santuario convierte la zona en un auténtico mercadito lleno de vida.
“Es como si todos estuviéramos celebrando juntos. Aquí se siente la fiesta, se siente la fe”, agregó otro comerciante que ofrece juguetes para los niños que acompañan a sus familias.
Mientras el sol avanzaba, el paso de peregrinos no disminuyó. Niños con vestimenta de Juan Diego, mujeres con flores, adultos mayores con veladoras y familias completas caminaban con una sonrisa. La devoción por la Virgen de Guadalupe volvió a llenar de luz la calzada, recordando por qué para muchos potosinos la Morenita es la intercesora de milagros, salud y protección.
San Luis Potosí celebró hoy no solo una tradición religiosa, sino un encuentro multitudinario donde la fe y la convivencia se mezclaron entre puestos de comida, juegos, artesanías y sonrisas. Una fiesta viva que año con año renueva la esperanza de miles.