Edgar Rodríguez Ortiz, alias "El Limones", fue ingresado al Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) Número 1 "El Altiplano", junto con cinco personas más, detenidas durante cateos simultáneos realizados en Coahuila y Durango, como parte de un operativo federal contra estructuras de extorsión, lavado de dinero y robo de hidrocarburos.
El traslado se concretó tras su captura en un despliegue coordinado por Semar, SSPC-CNI, AIC-FGR, Secretaría de la Defensa Nacional y Guardia Nacional, luego de que autoridades federales lo identificaran como objetivo prioritario y operador financiero de una célula criminal con presencia en la región Laguna.
De acuerdo con información de inteligencia, "El Limones" encabezaba una estructura dedicada al cobro sistemático de cuotas a ganaderos, comerciantes, transportistas y productores agropecuarios, además de participar en redes de extracción, traslado y comercialización ilegal de hidrocarburos, actividades clave para el sostenimiento financiero del grupo delictivo al que pertenece, vinculado a "Los Cabrera" y a su vez afín a la facción de "Los Mayitos" del Cártel de Sinaloa.
Los datos generados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) permitieron reconstruir rutas de cobro, esquemas de lavado de dinero, inmuebles utilizados como casas de seguridad y nodos logísticos en ambos estados, lo que derivó en la obtención de órdenes judiciales para cateos y detenciones.
El caso adquiere una dimensión adicional por el perfil público y político del detenido. Edgar "N" ha sido señalado como secretario de organización de la CATEM en Durango, posición desde la cual presumía cercanía con actores políticos, líderes sindicales y autoridades locales, además de exhibirse en eventos públicos, actos partidistas y espacios institucionales, lo que le habría permitido mimetizar su actividad criminal bajo una fachada de representación sindical y gestión social.
Fuentes federales advierten que esta doble identidad -operador criminal y dirigente sindical- le facilitó acceso territorial, protección informal y legitimidad social, particularmente en zonas estratégicas para el trasiego de hidrocarburos y el control económico local.
El ingreso de "El Limones" al Altiplano, penal reservado para perfiles de alta peligrosidad y riesgo de evasión, refleja -según autoridades- la importancia estratégica del detenido dentro de la estructura financiera del grupo criminal y la posible apertura de nuevas líneas de investigación sobre vínculos políticos, sindicales y de protección institucional en la región.
Con esta acción, el Gabinete de Seguridad busca desarticular no sólo la operación armada, sino los circuitos económicos y de cobertura social que permiten la permanencia de organizaciones criminales en el norte del País.