En medio de protestas, llamados al boicot y una presión mediática que no cede, el director del Festival de la Canción de Eurovisión, Martin Green, salió a explicar la decisión que ha dividido a miles de seguidores: permitir que Israel compita en la edición de este año.
A través de un comunicado, Green reconoció que la organización atraviesa "uno de los momentos más sensibles" de su historia reciente, con seguidores que han expresado enojo, dolor y frustración ante la decisión de no excluir a Israel en medio del conflicto en Oriente Medio.
"Sé que muchos de ustedes estarán sintiendo un fuerte afecto en este momento, y yo sin duda lo estoy Los escuchamos", escribió el director, subrayando que la Unión Europea de Radiodifusión ha tomado nota del dolor y frustración de una parte del público.
En su mensaje, Green recordó que Eurovisión nació hace 70 años en una Europa marcada por la división y la posguerra, y que ese origen -explicó- sigue guiando la esencia del concurso.
"Eurovisión ha sobrevivido a guerras, levantamientos políticos y cambios de fronteras. A pesar de todo, se ha mantenido como un espacio para crear y conectar", afirmó.
El director insistió en que el certamen no puede adoptar posiciones políticas sin poner en riesgo su propósito original. Por ello, defendió que la única manera de preservar su carácter inclusivo es "seguir las reglas", y advirtió que cualquier país que no las respete será señalado públicamente.
Green también hizo un reconocimiento directo a las delegaciones de Irlanda, España, Islandia, Eslovenia y Países Bajos, cuyos artistas manifestaron incomodidad con la participación de Israel, generando debates internos en cada cadena pública. Aseguró que respeta sus posturas y que espera que regresen pronto al concurso.
"Ante un mundo dividido, Eurovisión tiene el privilegio de ofrecer un espacio donde podamos celebrar lo que nos conecta. Donde la música cobra protagonismo", señaló.
Green aseguró que respeta esas posturas y expresó su esperanza de que sus representantes regresen pronto al concurso.
"Ante un mundo dividido, Eurovisión tiene el privilegio de ofrecer un espacio donde podamos celebrar lo que nos conecta. Donde la música cobra protagonismo", afirmó.
El mensaje del director concluyó con un compromiso hacia el futuro del festival y su papel como puente entre culturas.
"Nos comprometemos a hacer todo lo posible para que, durante otros 70 años, Eurovisión siga siendo un lugar donde se forjan amistades y se descubren nuevos artistas. En un mundo desafiante, la música nos une".