Aunque el 2025 aún no termina, el cine ha dejado ver que será un año contundente en historias, estilos y riesgos narrativos. Entre sorpresas, regresos de grandes directores y apuestas que rompen géneros, estos títulos se perfilan como los mejores estrenos del año.
El impacto comenzó con Sinners, de Ryan Coogler, una reinvención del mito vampírico situada en la era de la Prohibición y las leyes Jim Crow, donde Michael B. Jordan interpreta a unos gemelos que deben enfrentar a criaturas sedientas de sangre. Del otro lado, Alex Garland volvió con fuerza con Warfare, su película más cruda, basada en hechos reales y centrada en un grupo de Navy SEALs atrapados en un combate devastador en Irak.
Entre los grandes dramas del año destaca Sueños de Trenes, protagonizada por Joel Edgerton para Netflix, un viaje íntimo sobre la vida, el cambio y la pérdida. En contraste total, la nórdica La hermanastra fea se ha convertido en uno de los fenómenos del terror extremo con su reinvención sangrienta del cuento de Cenicienta, mientras que Irán entregó una de las cintas más celebradas en festivales: Fue solo un accidente, un thriller moral sobre trauma, sospecha y venganza.
El cierre del año traerá Valor Sentimental, de Joachim Trier, un drama familiar que explora memoria, heridas heredadas y reconciliación. Otra de las más esperadas es Frankenstein, la ambiciosa adaptación de Guillermo del Toro, dividida en dos partes y protagonizada por Jacob Elordi, Oscar Isaac y Mia Goth.
La acción y el suspenso también brillan: Una casa de dinamita, de Kathryn Bigelow, narra un inminente ataque nuclear en Chicago; Haz que regrese ofrece una mirada perturbadora al duelo infantil; Hot Milk muestra el viaje emocional de una adolescente en España; y Una batalla tras otra, de Paul Thomas Anderson, reúne a Leonardo DiCaprio y Benicio del Toro en una historia de violencia, redención y conspiración.
El terror y la ciencia ficción también tienen un gran año. La hora de la desaparición presenta un misterio inquietante en un pequeño pueblo; Mickey 17, de Bong Joon Ho, reflexiona sobre identidad y reemplazo; Companion mezcla comedia negra y horror corporal; y Presence, de Steven Soderbergh, explora el miedo doméstico desde una nueva perspectiva.
Con historias profundas, apuestas arriesgadas y obras de autor, 2025 ya se perfila como uno de los años más sólidos para el cine en la última década.