Adobe anunció la integración de Photoshop, Express y Acrobat dentro de ChatGPT, una maniobra que coloca sus aplicaciones frente a los 800 millones de usuarios semanales de la plataforma de OpenAI.
Más allá del anuncio corporativo, el hecho sugiere una apuesta por la llamada inteligencia artificial agéntica, un tipo de IA vendida como autónoma, capaz de tomar decisiones contextuales. O sea, actuar conforme la situación, como si pensara.
Adobe emplea esta tecnología para permitir que el usuario edite imágenes o gestione documentos mediante instrucciones escritas, en lugar de la manipulación directa de herramientas.
Por ejemplo, para difuminar el fondo de una foto, basta con escribir la solicitud en el chat y el sistema ejecuta la acción, guiando al usuario a través del proceso.
Las capacidades son similares a Nano Banana, modelo de IA creador de imágenes de Google.
Las capacidades desplegadas cubren un espectro amplio de necesidades básicas. En Photoshop se pueden ajustar parámetros como brillo y contraste, o aplicar efectos, sin que la calidad de la imagen original se pierda.
En Acrobat es posible fusionar, comprimir y convertir archivos, e incluso redactar información de documentos PDF sin salir de la conversación.
En Express la herramienta permite generar y personalizar diseños, como invitaciones o contenido para redes sociales, mediante descripciones textuales.
David Wadhwani, presidente de medios digitales de Adobe, plantea este movimiento como una forma de hacer la creatividad accesible con nuestras propias palabras.
No obstante, la gratuidad de estas funciones dentro de ChatGPT podría interpretarse también como un punto de entrada estratégico, pues la propia compañía señala que para quien requiera todo el poder y precisión, el paso natural es migrar a las aplicaciones nativas.
La interacción con el software creativo de Adobe, tradicionalmente mediada por menús complejos y curvas de aprendizaje importantes, parece buscar nuevos cauces más intuitivos y casuales.