El anuncio de que Netflix busca adquirir Warner Bros. Discovery y su plataforma Max desató este diciembre una ola de polémicas y dudas entre millones de usuarios. La operación, revelada el 5 de diciembre de 2025, tendría un valor estimado de 72 a 83 mil millones de dólares e incluye todo el contenido de HBO, franquicias de Warner Bros., derechos de DC Studios y la operación global de Max. El movimiento se da tras meses de rumores y ofertas paralelas, entre ellas una de Paramount Global.
Pese al caos inicial en redes, Max no desaparecerá de inmediato. Fuentes oficiales indican que la plataforma seguirá operando con normalidad hasta que el acuerdo supere revisiones antimonopolio en EE.UU. y la Unión Europea. La fecha estimada para su fin —si así lo determina Netflix— sería entre julio y septiembre de 2026, cuando se proyecta el cierre de la transacción. Mientras tanto, no habrá cambios en suscripciones ni migraciones automáticas a Netflix.
El anuncio se viralizó por la confusión del público, el peso emocional del catálogo de HBO y el temor a perder series emblemáticas como Game of Thrones, The Last of Us o Succession. En X, expresiones como “¿Adiós HBO?” o “el streaming ya murió” marcaron tendencia global.
Analistas prevén tres posibles escenarios tras la compra: una fusión total del catálogo dentro de Netflix; un modelo tipo “canal premium” al estilo Prime Channels; o una coexistencia temporal para transición de usuarios. El primero es el que mayor fuerza ha tomado.
Por ahora, lo confirmado es que Max seguirá sin cambios, mientras que los rumores sobre un cierre anticipado o una absorción inmediata del catálogo han sido descartados. Las reacciones del público están divididas: algunos celebran la unificación de servicios, mientras otros lamentan la posible desaparición de una plataforma dedicada al contenido de autor.
