Rioverde, SLP.- La devoción a la Virgen de Guadalupe es una de las tradiciones más arraigadas en México, y San Luis Potosí no es la excepción. Desde el inicio de diciembre, los creyentes participan en distintas peregrinaciones para agradecer los favores recibidos.
Uno de los recorridos de fe más destacados es la travesía a pie que, año con año, realizan los peregrinos a través de la Sierra Gorda hasta llegar al Santuario de Nuestra Señora de Torrecitas, ubicado en el municipio de Santa María del Río.
El recorrido comienza antes del amanecer. Habitantes de Rioverde y Ciudad Fernández llegan a la localidad de Atotonilco, punto desde donde inician su peregrinar a pie, agradeciendo con cada paso los milagros de los que fueron testigos.
La ruta se adentra en la sierra, ofreciendo paisajes majestuosos pero en terrenos complicados. Sin embargo, la fe es el principal motor que impulsa a los peregrinos, cuya meta es postrarse a los pies de la Virgen de Guadalupe que se encuentra grabada en una piedra.
La devoción a la Virgen de Torrecitas se remonta al año 1771, cuando lugareños del ejido de Badillo (perteneciente a Santa María del Río) localizaron la imagen de la Virgen de Guadalupe grabada de forma natural en una piedra dentro de un cañón de la zona serrana. A lo largo de su historia, se intentó retirar la imagen del sitio, pero no fue posible.
Finalmente, se decidió construir un templo en el lugar exacto donde fue localizada la imagen. Con el paso del tiempo, este santuario reúne cada vez a más centenares de visitantes, tanto potosinos como extranjeros, quienes acuden con fervor guadalupano a agradecer a la Virgen Morena.