Postura empresarial no es resistencia al cambio, es la realidad de la operación
Mipymes, el sector a proteger
El representante de la Alianza Empresarial y presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Luis Gerardo Ortuño Díaz Infante, señaló que “El sector empresarial potosino se prepara para hacer frente a la reducción de la jornada laboral, que aunque tentativamente entraría en vigor el 1 de mayo de 2026, y la primera reducción se concretaría hasta enero de 2027, obliga a las empresas a ensayar ajustes para mejorar la productividad y evitar pérdidas”.
Explicó que “Una de las peticiones más reiteradas del sector empresarial era la gradualidad en la aplicación de la reducción de las horas de trabajo, con el propósito de reducir el impacto principalmente a las micro y medianas empresas, que podrían resentir negativamente esta reforma”.
Destacó que “Es importante que de la mano de la disminución de las dos horas en cada año, como se ha estipulado, se gestione también el apoyo sobre todo a las Mipymes, para poderle hacer frente a esta reducción de la jornada laboral, ya que sí o sí, se van a ver obligados a contratar más personal”.
No subestimemos los costos de la transición
Luis Gerardo Ortuño consideró que “Para muchas empresas, particularmente para quienes trabajan con plantillas ajustadas, el cambio planteado en la reforma laboral, implica contratar más personal, reorganizar turnos y absorber cargas que, si no están acompañadas de apoyos reales, pueden comprometer su operación”.
Advirtió que “Gradualidad sin instrumentos de respaldo es dejar a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) navegando solas, lo que derivaría en el cierre de muchas de ellas”.
Explicó que hay medianas empresas que son proveedoras de la gran industria y tienen que dar servicio 24/7, por lo que van a requerir apoyo para cubrir sus necesidades.
Incentivos facilitarán el cambio
Ortuño Díaz Infante consideró que la reforma propuesta desde Presidencia de la República, “Debe venir acompañada de incentivos fiscales, esquemas de capacitación y apoyos directos, pues buena parte de las empresas potosinas integran cadenas productivas que operan 24/7”.
Por ello, dijo, “Si una compañía provee a la gran industria y debe cumplir con entregas continuas, necesariamente tendrá que ajustar turnos y contratar personal adicional. No es resistencia al cambio, es la realidad de la operación”.
Certidumbre jurídica, clave para el proceso
Luis Gerardo Ortuño Díaz Infante hizo énfasis en que los empresarios “Necesitamos que la autoridad defina con precisión cómo quedarán las jornadas diurna, nocturna y mixta, porque hablar de reducción sin claridad en la reglamentación abre espacios a interpretaciones que podrían derivar en conflictos laborales”.
Consideró que un punto positivo de la iniciativa presidencial es que, “Al no imponer horarios rígidos, permite a las empresas adaptar la reducción de horas según sus necesidades. Sin embargo, se debe considerar también que la flexibilidad sin lineamientos claros puede convertirse en incertidumbre”.
Reforma debe ser integral
El líder de la Alianza empresarial consideró que “Todos compartimos la aspiración de mejorar la calidad de vida de las personas trabajadoras, sin embargo, lo que pedimos es que el proceso de reducción de la jornada laboral sea viable, ordenado y equitativo, para que no termine castigando a quienes generan empleo ni a los trabajadores”.
Advirtió que “La iniciativa, que sigue en revisión, deberá avanzar en su proceso legislativo, y por eso el sector empresarial se mantiene atento a los detalles que definirán su implementación real, a fin de coadyuvar a que al final lo que se apruebe sea un documento que beneficie tanto a los trabajadores y sus familias como a los generadores de empleo y a los gobiernos”.